Tsitsipás, quién rebosa confianza, elimina a Carballés y deja al Conde de Godó sin españoles antes del fin de semana
Treinta y cinco años hacía que no nos quedábamos sin españoles en los octavos de final en el Conde de Godó. La baja de Alcaraz, la falta de rodaje de Nadal y el mal estado de forma de Davidovich han dado lugar a un registro muy negativo. Carballés, el último en pie tras la derrota de Bautista horas antes, ha caído con honor y pundonor frente a Tsitsipás, que ha sabido competir mejor en los momentos claves del encuentro.
Primer set: Carballés falló en el momento decisivo
Desde el inicio se vio que el español, pese nunca haber vencido a Tsitsipás, no le temía lo más mínimo. Desde el fondo de la pista se movía como pez en el agua, ahogando al heleno que sufría mucho cuando tenía que pegar varios reveses seguidos. Carballés no estaba dando el nivel de un jugador de su ránking, sino el de uno superior. La cantidad de winners era muy similar entre ambos, tan solo desequilibrada por el magnífico servicio del campeón de Montecarlo.
Cada vez que los puntos e intercambios se alargaban, la balanza se desequilibraba para el lado del español. Sin embargo, los constantes aces y saques sin respuesta del heleno hacían que la igualdad se mantuviese en el marcador sin ambos tener que afrontar bolas de rotura más allá de un intercambio de breaks a mitad del set. Era una calma tensa, un duelo de tú a tú, donde nadie acababa de sentirse totalmente cómodo pese a estar cuajando un gran tenis.
La diferencia entre los mejores del mundo y el resto no es tanto los golpes o la calidad, sino la capacidad de sacar su mejor nivel en los momentos decisivos. Eso es, precisamente, la tarea que llevó a cabo Tsitsipás y la que le quedó para septiembre a Carballés en la primera manga. Cuando el 5-5 iluminaba la pista Rafa Nadal, el tinerfeño se deshizo como un azucarillo en agua, cometiendo errores impropios de él y dando una sensación de debilidad que el heleno aprovecharía para ponerse por delante.
Segundo set: Tsitsipás derriba el muro
Quizás lo esperado es que Carballés hubiera dado un paso atrás, afligido por el resultado de la primera manga. Lejos de ello, arrancó como una moto, enfurecido y con más ganas que nunca de dar la sorpresa. Una actitud que mantuvo durante todo el primer juego en el que gozaría hasta cuatro opciones de rotura que Tsitsipás resolvería con suspicacia, experiencia y a base de cañonazos de derecha.
Salvar esa situación de peligro dio alas al ateniense que, junto a la aparición del sol, comenzó a sentirse cada vez más cómodo con la derecha, dominando a un Carballés al que se le acababan las pilas. El muro acabaría cayendo en el séptimo juego de esta manga cuando, tras tres bolas de rotura, Tsitsipás consiguió romper el servicio del tinerfeño y volar hacia unos cuartos de final donde espera Facundo Díaz Acosta.
Luchó hasta el final Carballlés, pero la losa de todo un top 10 y jugador más en forma del panorama ya era demasiado pesada para levantarla. Cayó con honor el tinerfeño ante un Tsitispás en estado de gracia, con una confianza y motivación que dan miedo. El heleno, principal favorito para levantar los brazos el domingo.