El tenista noruego ha perdido todas las finales que ha disputado en torneos de mayor importancia que ATP 250
A Casper Ruud se les está poniendo cara de David Ferrer mejorado. El noruego, que incluso peleó por el número 1 del mundo en momentos de la temporada 2022, parece estar gafado en las finales. Es incomprensible que un jugador de su talla y de su nivel tan solo aglutine diez títulos de la menor categoría posible dentro del circuito ATP. Estoril, Buenos Aires, Gstaad…son muchas sus victorias a nivel internacional, pero ninguna de gran prestigio.
Montecarlo ha sido tan solo su último pequeño fracaso dentro de que ha llegado a disputar ni más ni menos que siete finales entre Masters 1000 y Grand Slams. Tsitsipás lo pasó completamente por encima, no dándole opción ninguna y el noruego se volvió a llevar el entorchado pequeño para casa, el que a ninguno le gusta recibir cuando salta a la pista varias horas anchas. Pues de esos ya aglutina siete Casper en su casa.
Un repaso por las finales de Ruud
Dos veces en Roland Garros, una en el US Open, una en Miami, una en Montecarlo y otra en las ATP Finals. En esos siete enfrentamientos tan solo logró robarle un set a Alcaraz en las instalaciones de Flashing Meadows. Las demás, más o menos disputadas, tuvieron un dominador de principio a fin. Bien es cierto que nunca ha tenido un rival fácil, pues han sido Nadal, Djokovic, Alcaraz y Tsitsipás, siendo esta última la que quizás era más factible.
Enfrentarse a Rafa en Roland Garros es sinónimo de derrota en la mayoría de los casos, poque las de la Philippe Chatrier no deberían ni contar, pero el resto sí que podrían haber caído del lado de Ruud. Se trata ya más de un problema mental que de juego, pues el noruego sale atemorizado y sin las ideas muy claras cuando disputa la ronda decisiva, como si la presión pudiese y todo el camino hasta llegar allí no haya valido la pena.
Ruud es cada vez más consciente de ello y está haciendo mella en su cabeza y, como consecuencia, en su despliegue tenístico. La clara evidencia ha sido el partido de este domingo frente al griego, donde ha dejado mucho que desear su actuación. Un Ruud totalmente desaparecido se ha dejado llevar, cometiendo errores impropios, como si se hubiese olvidado de jugar tras una semana perfecta hasta ese día.
El noruego es autocrítico
“No conseguí que mi juego fluyera. Stef jugó muy bien: agresivo, fantástico con la derecha y también creo que muy bien con el revés. No encontré ninguna debilidad en su juego y no jugué lo suficientemente bien. Tan simple como eso. A veces me mostré algo dubitativo con la derecha al inicio, traté de soltarme e ir a por esas bolas, pero cuando lo hice sentía que me la jugaba demasiada. No encontré el equilibrio hoy. Es molesto, desde luego», comentó al final del partido.
Pese a ello, Ruud es optimista y cree que su ansiado título está cada vez más cerca. “Creo que he dado varios pasos hacia delante esta semana, pero hoy no salieron las cosas. Creo que he jugado muy bien en tierra, y derrotar ayer a Djokovic fue una victoria fantástica para mí y algo de lo que espero sumar mucha confianza. Quizás no sea hoy, pero en la próxima oportunidad o en la próxima gran final puedo pensar en el hecho de que ya he ganado a Novak, algo que me puede dar confianza«, explicaba al respecto.
Sin mucho tiempo para pensar en las oportunidades perdidas, Ruud ya ha aterrizado en Barcelona y mañana hará su debut en la Ciudad Condal. Al noruego le ha sonreído el cuadro y gozará de la posibilidad de volver a disputar su segunda final en dos semanas. Los caprichos de la fortuna han hecho que Tsitsipás pueda ser su rival en esa hipotética final, ¿se redimirá Casper de los fantasmas que le acechan?