En la historia del deporte, son múltiples las familias, en la que hijos y predecesores han tenido una carrera en la misma disciplina y el fútbol americano no iba a ser menos
De tal palo tal astilla, o eso dicen, de grandes figuras como Carlos Sainz, en motor, han salido grandes hijos, como Carlos Sainz Jr, en este caso y eso es algo que se ha visto en todas las disciplinas y en todos los niveles. Desde hijos que no han podido cumplir con las expectativas puestas en ellos hasta sucesores que han dejado en nada el legado de sus padres. El fútbol americano es un deporte en el que las dinastías existen como los Manning o los Harbaugh. Y puede que despúes de este Draft otras empiecen su camino.
Estos son los encargados de continuar el legado de sus padres:
Marvin Harrison y Marvin Harrison Jr
En este primer caso, ambos, padre e hijo comparten posición y pueden llevar su apellido al olimpo de los dioses del fútbol americano. Marvin Harrison llegó a la liga en 1996 (elección 19 del Draft de ese año) y en sus 13 temporadas en ella, todas con los Indianapolis Colts, consiguió 1102 recepciones para 14.580 yardas y 128 touchdowns. Unos números que le han permitio ser nombrado miembro de salón de la fama. Además en su carrera ha sido elegido 8 veces Pro Bowler, 3 veces All-Pro, campeón de la Superbowl en 2006 y nombrado en el mejor equipo de la década de los 2000.
Muy complicado lo tendrá Marvin Harrison Jr para superar el legado de su antecesor. Harrison Jr está proyectado entre las 5 primeras posiciones del próximo Draft. Un apartado en el que si sucede habrá supera, en algo, a su padre. De momento en la universidad de Ohio State, esta temporda, consiguió 67 recepciones para 1.211 yardas y 14 touchdowns. Unos números prometedores para su etapa en la NFL. Su padre consiguió 21 touchdowns en la universidad de Syracuse por los 31 que ha conseguido el heredero del receptor. El próximo 27 de abril, Harrison Jr, comezará una carrera por aumentar el legado de su, ilustre, apellido.
Frank Gore y Frank Gore Jr
Frank Gore, es uno de los ‘running back’ más físicos y duros que se recuerdan en los últimos tiempos. Gore entra a la liga en 2005, cuando es seleccionado en la ronda 3 por los San Francisco 49ers. En sus 16 temporadas en la liga, hasta que se retira en 2020, pasa por 5 equipos diferens; 49ers, Dolphins, Jets, Colts y Bills. En el juego de carrera, ha logrado 16.000 yardas por tierra para 81 touchdowns en 241 partidos. ‘La Verdad Incontestable’, su mote, fue 5 veces Pro-Bowler, elegido como el jugador más mejorado en 2006 y en el equipo de la década de 2010.
Gore Jr, es uno de los hijos que más complicado tiene igualar la carrera de su padre. Frank Gore Jr ha disputado toda su carrera de ‘college’ en una universidad menor, Southern Miss dónde en 231 intentos de carrera logra 1.131 yardas para 10 touchdowns. A pesar de ser el hijo de una leyenda, algo que le puede beneficiar a la hora de que las franquicias lo tengan en cuenta, las predicciones del Draft lo sitúan entre las rondas 6 o 7, o directamente ser ‘undrafted’. Además las franquicias lo ven como un tercer reserva o un especialista de ‘special teams’. Sin duda, una de las incognitas será saber en equipo termina Gore Jr o si lo hace en alguno.
John Alt y Joe Alt
Alt, nacido el Stuttgart, Alemania, llega a la NFL como la elección número 21 del Draft de 1984. En sus trece temporadas en la liga, de 1984 hasta 1996, es fiel a los Chiefs siendo el único equipo con el juega. Otro ‘big men’ que podía jugar tanto de tackle o de ‘letf tackle’, posición en la que desarrolló casi toda su carrera. Sin duda, el mejor mentor que podría tener su hijo Joe. En sus 13 años disputa 179 partidos en los que fue titular en 149 de ellos. Además de ser nombrado Pro-Bowler en 2 ocasiones.
Joe Alt es el mejor tackle ofensivo de esta clase y las predicciones lo ponen dentro del Top-10. Si eso se cumple sería otro de los hijos que superán a su padre, en ese apartado. El ‘junior’, tercer año universitario, ha disputado todas sus temporadas con Notre Dame Fighting Irish. Y ahora tiene la oportunidad de crear una estirpe de tackles ofensivos, tan infravalorados por el gran público y tan valorados dentro de los vestuarios, para llevar la posición al siguiente nivel.
Jerry Rice y Brenden Rice
Poco que decir de Jerry Rice, uno de los mejores jugadores de la historia de la NFL. Rice aterriza en la liga en 1985 siendo seleccionado por los San Francisco 49ers, en la elección 16. Desde entonces disputa un total de 21 temporadas entre 3 equipos, 49ers, 16 años, Raiders, 4 años, y Seahawks, 1 temporada. Nombrado como el G.O.A.T, mejor de todos los tiempos, de la posición ha logrado ser Hall of Famer, además de ostentar numeros récords históricos de la NFL. A lo largo de su etensa carrera es 13 veces Pro-Bowler, 10 veces All-Pro, 3 veces campeón de la SuperBowl y MVP en su edición XXIII.
A todo este palmarés hay que sumarle su inclusión en el mejor equipo de las décadas de 1980 y 1990. También sus dos premios a jugador ofensivo del año y su MVP de la temporada 1987 concedido por PFWA y NEA.
Brenden Rice, es sin duda, uno de los hijos que más complicado, por no decir imposible, tiene no sólo superar sino alcanzar la mitad de las cifras que consiguió su padre. El receptor de USC Trojans está proyectando como una elección de cuarta ronda. Esta temporada, con Caleb Williams como ‘quarterback’, ha conseguido 45 recepciones para 791 yardas y 12 touchdowns. Una producción medianamente decente para ser considerado como un suplente de garantías durante su primer año en la NFL.
Los McCaffrey: ED, Christian y Luke
La primera, y única, dinastía que ya está creada. Ed y Christian McCaffrey, el primero de ellos como receptor y el segundo como corredor, esperan que Luke, el menor de la familia, sea seleccionado en este Draft. Ed entró en la liga en 1991, de la mano de los New York Giants, luego paso por los 49ers, equipo actual de su hijo Christian, y despegó su carrera en los Broncos durante 9 tempordas. En su carrera consiguió 565 recepciones para 7.422 yardas y 55 touchdowns. Además de ser 3 veces campeón de la SuperBowl y en una ocasión Pro-Bowler.
Por su lado, Christian llega a la NFL en 2017 cuando los Panthers lo eligen en la octava elección. Pasa 6 temporadas con los de Carolina, dónde pierde una Superbowl y en 2022 es traspasado a los 49ers, dónde también cae en el partido por el Lombardi. Christian McCaffrey es uno de los mejor corredores, actuales, de toda la competición. En 2023 corrió para 1.459 yardas, el primero de la competición, y 14 touchdowns en 272 intentos. Además, en su palmarés personal, cuenta con 2 selecciones All-Pro y 3 Pro Bowls.
El último en sumarse a esta dinastía será Luke McCaffrey. El pequeño de los McCaffrey se ha decantado por seguir los pasos de su padre, ED. El receptor de la universidad de Rice está proyectado en la quinta ronda del Draft 2024. En su última temporada ha recibido 71 pases para 992 yardas y 13 touchdowns. Luke deberá soportar la presión del apellido McCaffrey, tanto por su padre como por su hermano, e intentará estar a la altura del mismo.
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