Marek Blazevic, que ha dado un paso adelante durante las últimas jornadas, es uno de los jugadores más fiables de la competición
Marek Blazevic se ha convertido en uno de los principales pilares del Obradoiro durante los últimos partidos, siendo uno de esos tornillas ardientes a los que se abraza la afición santiaguesa para creer en la permanencia. El lituano ha dado un paso adelante gigantesco, aportando tanto en ataque como en defensa ante jugadores físicamente superiores a él. Unas actuaciones que se han traducido en un mayor tiempo en pista, que se acerca a los veinte minutos en las dos últimas semanas.
El aumento de minutos nos ha permitido ver su versión más anotadora, pues ha encadenado su segundo y tercer choque de más puntos de manera encadenada. Sin embargo, sus registros anotadores no son lo que más sorprende, sino su efectividad a la hora de encontrar el aro rival. Transforma el 67,8 % de sus intentos desde dentro del 6,75, siendo el quinto mejor jugador de toda la liga en este aspecto.
Blazevic, a la caza de Tavares
Eddy Tavares, el gigante pívot del Real Madrid, es el mejor en esta faceta con un espeluznante 75,8 %. Unos números que podrían parecer inalcanzables para Blazevic, pero que son más que factibles si nos atenemos a sus últimos nueve partidos. En esa secuencia, a la que hay que quitarle el día del Unicaja que no participó, el lituano promedia un 83,5% en tiros de dos o, lo que es lo mismo, un 31 de 38. Los otros tres jugadores por delante suyo en este hipotético ránking son Matt Costello, Shermadini y Happ, tres pivots más que consagrados en la categoría.
Se trata de un reconversión y transformación en toda regla en la que Blazevic ha pasado de ser un jugador ausente en muchas ocasiones y con poco impacto ofensivo, ha uno de los principales baluartes. Los de Moncho Fernández ya no sufren cuando Pustovyi necesita descanso o se ha cargado de faltas de forma prematura, pues al igual que es el segundo jugador que más infracciones recibe, también es el cuarto que más comete.
Su pequeña explosión no le hace perder la cabeza ni la dirección correcta y tiene claro que lo prioritario es la salvación y el resultado coral. “Los logros personales pierden importancia cuando tu equipo no gana”, comentaba a nuestros compañeros del Correo Gallego la semana pasada. Su influencia será crucial para las seis finales que le quedan al Obradoiro si quiere lograr la añorada y casi exigida permanencia.
Acaba contrato en junio
Todo aspecto positivo tiene, en menor o mayor medida, un trasfondo negativo o no tan ilusionante. Blazevic llegó a la capital gallega en verano de 2022, proveniente del Zalgiris Kaunas, donde había incluso disputado encuentros de Euroliga. Por aquel entonces firmó por dos temporadas, hasta el 30 de junio de 2024, es decir, termina contrato en menos de tres meses. Si se desciende su marcha es más que obvia, pero incluso salvándose será un jugador difícil de atar.
Blazevic es una perla dentro de un agresivo mercado como es el de la Liga Endesa. Su juventud, progreso y versatilidad, además de la opción de llevárselo totalmente gratis a partir del 30 de junio, harán que sea más de un equipo el que se lance a por él en verano. Más allá del lituano, el Obradoiro podría convertirse en un baúl de buenos jugadores a fichar prácticamente regalados si el equipo finalmente no prosigue en la categoría.
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