Carlitos levanta su segundo título en Indian Wells tras cuajar una final perfecta ante un Medvedev que acabó por rendirse a la enorme calidad del murciano
Lleyton Hewitt, Pete Sampras, Jim Courier, Boris Becker, Roscoe Tanner…y ahora Carlos Alcaraz. El español se suma a un pequeña lista de elegidos que han sido capaces de repetir título en Indian Wells. ¿Por delante de él? El Big 3, Jimmy Connors y el precoz Michael Chang. Carlitos se mueve por el Garden a sus anchas, como por el patio de su casa, una pista que se adapta a sus condiciones como muy pocas en el circuito.
Tras batir al temible Jannik Sinner en `semis´, la máquina rusa Medvedev le esperaba con ansias de revancha en la gran final. No fue la paliza de 2023, pues el ruso compitió a un gran nivel, pero a Carlitos no hay quién le tosa cuando juega suelto y sin temores. Tras un renqueante inicio disfrutó e hizo disfrutar y, sobre todo, recuperó esa particular sonrisa tras unos meses complicados.
Un título que le hace mantener el número dos del mundo y le da la confianza que necesitaba. En Miami defenderá las semifinales de la pasada temporada y será el principal favorito junto a Sinner tras la baja de Djokovic. Unos problemas en los que tendrá que empezar a pensar a partir del viernes, ahora le toca celebrar y relajarse porque, por si alguien dudaba de él, Alcaraz nunca se había ido.
Una reacción digna de campeón
Salió Alcaraz frío, falto de ideas, nervioso por la magnitud de la cita. Eso generó un tempranero break de Medvedev que, en modo robot, se aprovechó de los constantes errores del murciano con el revés, hasta seis en los tres primeros juegos. A Carlitos se le veía incómodo sobre una pista fetiche para él, hecho que no le impidió mantenerse en la pelea, no se dejó ir como en la semifinales ante Sinner. Probó de todo, reveses menos profundos, el cortado, invertirse de derecha…nada salía.
Fue ahí donde demostró la madurez que le han otorgado estos últimos meses donde ha sufrido más que otra cosa. Aplicó todo ese aprendizaje para mantenerse calmado y cambiar la estrategia, sólo atacaba cuando la bola lo pedía. Su paciencia le facilitó recuperar el break a la cuarta oportunidad y en el tercer juego de servicio de Medvedev. Mientras tanto, Ferrero le repetía a su pupilo la estrategia desde su box, aguantar hasta tenerlo claro.
A partir de ahí, el choque cambiaría por completo. Alcaraz llevaba la batuta y sometía a un Daniil que tampoco lo ponía fácil, la final de 2023 seguía rondando su cabeza. Gozó incluso de una oportunidad el del Palmar para ponerse 5-4 arriba y saque, pero la máquina rusa aguantó, haciendo galones al dicho de que tiene más vidas que un gato. Pese a ello, la dinámica era muy distinta a la del inicio, Carlitos mandaba puntos directos a los highlights, sonreía y hacía sonreír a la grada.
Inevitable fue el tie break tras una hora de intensa lucha y ahí Alcaraz bordó una oda al tenis. Martirizó al ruso con una alta y profunda derecha que fluye a la perfección sobre la superficie californiana. 7-6 (5) fue el resultado final de una primera extenuante batalla.
Volando sobre la pista
La primera manga hizo mella en la confianza de un Medvedev que, pese a jugar muy bien, se fue camino de vestuarios alicaído. El ruso es un oponente muy rocoso, un gladiador que lucha hasta que el juez canta la última bola, pero unos primeros juegos renqueantes le costaron muy caro. Carlitos siguió a lo suyo, cada vez más cómodo y ajustando más a las líneas, incluso las dejadas le funcionaban.
La dinámica fue totalmente opuesta a la de hacía una hora, ahora era Alcaraz quién lograba un break tempranero. Aunque el comienzo fuese idéntico, el devenir no lo sería, pues el español no iba a dejar que el soviético se le subiese a las barbas. No solo eso, sino que volvería a romper el servicio de Medvedev con 4-1 y volaría hacia un nuevo título en Indian Wells. El choque ya no tendría historia.
Ya sería imparable, disfrutaría con la grada como un niño y sacaría su mejor sonrisa para recoger su segundo entorchado. Ya es parte de la historia de un torneo que lo trata como una leyenda pese a su corta edad. Es pronto para pronosticarlo e incluso atrevido hacer apuestas, pero el legado que puede llegar a dejar Alcaraz en Indian Wells huele a ser espectacular.