El murciano tratará de someter al italiano, único jugador que no todavía no conoce la derrota en lo que va de año
A principios de la semana pasada salió el cuadro de Indian Wells, un torneo lleno de estrellas. Sacando a Rafa de la ecuación, todo aficionado al tenis soñaba desde ese momento con unas semifinales Alcaraz-Sinner, Medvedev-Djokovic. El serbio ha sido el único en caerse de la ecuación, a favor de un Tommy Paul que pondrá ese aliciente de localía y sentimiento nacional en territorio californiano.
La lentitud de las pistas de Indian Wells quizás hacían presagiar que fuese el robot ruso quién flaqueara, más aún viendo la dureza de su cuadro. No ha sido así, Medvedev ha regresado a su mejor nivel desde el fondo de la pista, dejando por el camino a tenistas de la talla de Rune, Dimitrov o Korda. Enfrente tendrá a un sólido Paul que se aprovechó del descalabro de Djokovic, pero ambos saben que los ojos estarán puestos en la otra semifinal.
¿Cómo llega Alcaraz a la cita?
Carlitos aterrizó en Estados Unidos con dudas y mucho miedo tras su fuerte esguince de tobillo en Río de Janeiro. Disputó aquel mediático encuentro patrocinado por Netflix ante Nadal y disipó varias incertidumbres sobre su estado. Pese a ello, un primer set renqueante ante Arnaldi en primera ronda, que se acabaría llevando el italiano, hizo que fueran pocos los que mantuviesen el cartel de favorito sobre la figura de Alcaraz.
Aquel mal comienzo, errático y preocupante dio lugar al mejor nivel del murciano sobre la pista en muchos meses. Desde entonces no se ha dejado ni un set por el camino, arrinconando a sus rivales y sometiéndolos a un ritmo asfixiante. Auger-Aliassime le otorgó la confianza suficiente para volver a creer en si mismo, autoconvencerse de que puede luchar contra quién sea y dónde sea.
Luego llegó Marozsan, a quién apalizaría, pero el poco nombre del húngaro todavía mantendría la cautela. Fue frente a Zverev, su verdugo en Australia, cuando terminó de soltarse por completo y desplegar un juego marca de la casa. La insólita invasión de abejas pareció darle unos poderes mágicos a Alcaraz que, ahora, se topa con la prueba favorita: el hasta ahora invencible Jannik Sinner.
¿Cómo llega Sinner a la cita?
Mejor imposible sería la respuesta mas objetiva. El transalpino no ha perdido en lo que va de año, levantando dos títulos y con un balance histórico de 16-0. Unos registros que ya han entrado con holgura en un top 10 histórico copado por el Big 3 y Agassi. No se trata solo de que gana todos sus partidos, sino cómo lo hace, con una solvencia y facilidad que asusta al más valiente.
El título de Australia, lejos de ejercer sobre su figura una mayor presión, le dio alas y, desde entonces, tan solo se ha dejado un set por el camino. Lehecka se encargó de que no tuviese que encontrarse con ningún top 10 hasta semifinales, cargándose a Rublev y Tsitsipás, aunque lo cierto es que, al menos sobre el papel, tampoco hubieran puesto en demasiados apuros a Sinner. El checo acabó bajando los brazos, al igual que Shelton días antes, agotado de que una máquina les devolviera todo y a una mayor velocidad.
El choque tiene un aliciente más que no se puede sacar de la ecuación y es, ni más ni menos, que el segundo cajón del ránking. Las cuentas son fáciles, quién gane se queda con él y, si es el caso de Sinner, se acerca más a ese número 1 que por el momento mantiene Djokovic. Jannik alcanzaría su mejor lugar histórico y adelantaría a su máximo rival, al que tantas veces ha tenido que ver levantar títulos desde el sofá. Por otra banda, Alcaraz defiendo título aquí y eso le genera una presión extra con la que tendrá que lidiar.
Sinner, mejor históricamente
El H2H entre ambos tenistas favorece al italiano por la mínima, 4-3. Si por algo destacan los Alcaraz-Sinner es por la enorme igualdad que impera en ellos. Tan solo en tres de los siete alguno de ellos venció en dos sets, siendo por ello una rara avis. La tendencia también favorece a Jannik, se ha llevado los dos últimos duelos en Pekín y Miami, como si le tuviera la medida cogida al murciano.
Si solo recogemos los datos en pista rápida, sobre la que se juega en Indian Wells, los números favorecen a Alcaraz, también por la mínima, 3-2. Quizás el choque más recordado entre ello son aquellos cuartos del US Open 2022 que se acabaría llevando Carlitos en el quinto set tras más de cinco horas de batalla. Estamos, a fin de cuentas, el Alcaraz-Sinner es un duelo que va a marcar una generación en el tenis como tantos otros lo han hecho a lo largo de la historia.
Ambos se han desecho en elogios hacia su rival en la previa. Alcaraz no ha dudado en decir que el italiano es, ahora mismo, el mejor jugador del mundo y ha definido el choque como “un gran desafío” y “el más difícil de lo que llevamos de año”. Sinner, por su parte, ha confesado que tiene que estar “listo” para acceder a la final, pero le ha quitado hierro al desenlace. “Si me gana, hay que volver a trabajar en pequeños detalles. Creo que eso es realmente bueno y agradable de ver”, ha zanjado.