El neerlandés fue clave con dos goles en la victoria de ayer del Atlético frente al Inter
La noche de ayer en el Metropolitano será recordada por todos durante muchos años. El Atlético de Madrid doblegó al Inter de Milán, al subcampeón de Europa. Lo vivido anoche en el feudo rojiblanco fue una exhibición de garra, poderío y buen fútbol, poniendo la puntilla a los de Inzaghi con una tanda de penaltis vibrante. Oblak demostró porque fue, es y será uno de los mejores porteros del mundo. Dos paradas antológicas suyas en la tanda y un gol de Memphis Depay al borde del final llevaron al Atlético a los cuartos de final.
En el minuto setenta y nueve, Simeone hacía un doble cambio. Fuera Molina y Morata, dentro Barrios y Memphis. Once minutos tenía el neerlandés para empatar la eliminatoria e intentar llevar el partido a la prórroga. Desde que entró al verde asumió galones y tiró de calidad para que todos los balones pasaran por sus botas y sembrar el peligro en la portería de Sommer. Tuvo la primera para hacer el empate tras un buen giro de Correa, pero el centro venía con mucha fuerza y el balón se le quedó muerto. No tardó mucho en tener la segunda ocasión. Un balón aguantado por Koke en el área le cayó a Memphis que le pegó con el alma, pero la pelota se estrellaba en la madera.
Los ¡Uyyyy! se sucedían en el Metropolitano. El tiempo se agotaba y la pelota no quería entrar. Viejos fantasmas se asomaban por la cabeza de los 69.196 allí presentes. El Atlético estaba acosando al Inter, pero no lograba el derribo, hasta que Koke se inventó una genialidad. El de Vallecas filtraba un pase al hueco a Memphis, que se giraba como un pívot de fútbol sala y la cruzaba al palo contrario de la portería de Sommer. La igualada llegaba al marcador y Simeone respiraba.
La gran estocada de Memphis
Ya se había echado al equipo a la espalda desde que salió, pero quería mas. En la última jugada del partido, una pared junto a Griezmann dejó a Riquelme solo para conseguir la victoria. No entró. Media hora más de fútbol restaba en el Metropolitano. Una jugada anárquica de Roro por la banda generaba otra ocasión clara de Memphis que detuvo Sommer. La prórroga se acababa y todo se decidiría desde los once metros. La lotería de los penaltis dictaría sentencia. El momento de los valientes. El neerlandés no dudó en tirar el primero. El mas importante. El que nadie quiere tirar. Un zapatazo a la escuadra abría el marcador de la tanda de penaltis. Una estocada en todo lo alto a uno de los mejores equipos de Europa. Lo demás es historia.
La hora de Memphis
Y es que hay una cosa indudable. Depay viene pidiendo más minutos a pasos agigantados. Lleva siete goles y dos asistencias desde que empezó el 2024. ¡Y siendo suplente! Morata no está pasando por un buen momento de forma y quizás es momento de que empiece a haber más rotaciones en la delantera rojiblanca. Rotaciones necesarias de cara al último tramo de la temporada donde el equipo se jugará gloria Europea y el cuarto puesto en Liga.
