¿Se puede creer?


No hay billetes desde hace más de un mes y el Metropolitano será un fortín para intentar la gran remontada

Nadie dijo que esto fuese a ser fácil. Es la máxima competición continental de clubes. Pero quizás, al acabar primeros en la fase de grupos, se esperaba que el sorteo deparase un rival más asequible. Por desgracia, al Atlético le tocó el coco del sorteo. El Inter era el rival al que evitar, por lo menos en esta primera ronda. El subcampeón de Europa, un bloque bien armado. Un conjunto que apenas concede ocasiones y que al llegar a puerta no perdona. Individualidades como Lautaro Martínez ponen la guinda del pastel a todo un equipazo construido por Simone Inzaghi. Sin conocer la derrota desde el veintisiete de septiembre.

Enfrente, un equipo sin alma. Desde que comenzó el mes de febrero, las tragedias se han ido sucediendo en el Atlético. La derrota en el Meazza no fue lo único malo que se trajo el Atlético de Milán. Las lesiones de Griezmann y Giménez han dejado al equipo lastrado en los últimos partidos. Tras el varapalo en Italia, llegó la eliminación frente al Athletic. La derrota del pasado sábado en Cádiz evidencia que el equipo está pasando por una crisis de fútbol enorme. Los ataques se reducen a esperar una individualidad de Lino. Nadie da un pase que rompa líneas. El centro del campo es invisible, no son capaces de tener el esférico sin que les queme. Las jugadas son planas y previsibles, y jugar fuera de casa es una verdadera tortura.

Un auténtico dolor de cabeza

En defensa más de lo mismo. Atrás, los del Cholo son un auténtico coladero. Dos veces, dos, tuvo que llegar el Cádiz delante de la puerta de Oblak para hacer gol. Juanmi supo aprovechar dos errores groseros e infantiles de la zaga rojiblanca para desmantelar y dejar seco al Atlético. Todo lo que va al área, acaba en gol. No importa que sea por arriba o por abajo. La fragilidad defensiva de este equipo es para echarse a llorar. Una defensa envejecida, sin contundencia alguna, en la que los únicos refuerzos que llegaron en el periodo estival ya no forman parte del equipo. Molina no es ni un espejismo del Molina campeón del mundo. A Reinildo le pasó factura sus errores ante el Athletic y el Inter. Hermoso debe tener la cabeza en la renovación en vez de en el campo. Con Giménez no se puede contar. Azpilicueta, K.O, y Paulista y Savic a trancas y barrancas por ver quién comete el error más grave cada jornada.

Pero, ¿hay motivos para creer?

La respuesta es clara; sí. El Atlético en casa es un equipo completamente distinto. Ha ganado todos los partidos que ha jugado esta temporada en Champions. En Liga solo se dejó un empate frente al Getafe y en Copa la derrota frente al Athletic. Un auténtico rodillo cuando los chicos de Simeone pisan el verde del Metropolitano. Un fútbol vertical, vistoso y muy ofensivo que ha hecho que grandes rivales como el Real Madrid hayan salido escaldados.

En peores plazas hemos toreado, pensarán los más veteranos. Y es que, ¿por qué no se va a poder remontar un 1-0 en contra? Este mismo equipo, fue capaz de ganar 2-4 al campeón de Europa, hace ya cuatro años. Fue capaz de doblegar en una misma edición al Milán, al F.C Barcelona y al Chelsea. La lógica futbolística hace pensar que este Inter tiene todas las papeletas para llevarse la eliminatoria. Pero el fútbol no es un deporte lógico ni racional. El cartel de no hay billetes se colgó antes del partido de ida y el Metropolitano será una autentica olla a presión como lo era el Calderón. Con todos estos alicientes y con la vuelta de Griezmann en el once, ¿por qué no creer?

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