AFICIÓN DEPORTIVA MASTERS Y WTA 1000,TENIS Jakub Mensik, el líder de la generación ‘postAlcaraz’

Jakub Mensik, el líder de la generación ‘postAlcaraz’

Mensik

El tenista checo explosiona en Doha, entrando en el top 100 y presentándose al panorama internacional como una estrella inminente.

El futuro del tenis internacional está más que asegurado de la mano de Jakub Mensik. El checo, que apenas cumplía la mayoría de edad hace cuatro meses, ha irrumpido en Doha como los más grandes de la historia lo hicieron. Pese a no alzarse con el título, se ha desecho de tenistas de la talla de Rublev, Davidovich, Monfils o Murray de forma solvente. No ha sido casualidad, pues se trata de un tenista que ya lleva apuntando manera varios años y crece a pasos agigantados.

Se ha convertido en el jugador más joven dentro del top 100 superando a Michelsen, jugador estadounidense que ostentaba ese privilegio. Un ránking que le permitirá acceder a prácticamente la totalidad de los torneos, sin tener en cuenta las posibles Wild Cards que se le ofrecerán teniendo en cuenta el atractivo de contar con él en los torneos. Eso le permitirá seguir sumando puntos más fácil y escalar puestos a la velocidad de la luz.

Doha ha sido simplemente el aperitivo de todo un menú gourmet que Mensik tiene en su arsenal para ofrecernos, pero… ¿cómo ha llegado hasta dónde está? ¿quiénes son sus mayores ídolos? ¿por qué optó por ir a Doha pudiendo elegir cualquier torneo? ¿cuáles son sus fortalezas y debilidades? Y, sobre todo, ¿tiene techo el checo?

Sus inicios y relación con Djokovic

Mensik nació en Prostejov, una pequeña ciudad de la República Checa de poco más de 40 mil habitantes localizada al sureste de Praga, a medio camino entre Austria y Eslovaquia. Desde muy pequeño se enamoró y destacó en el deporte de la raqueta, coincidiendo con la mejor época de su país en la disciplina. Cuando él apenas tenía 7 años, República Checa levantó su primera Copa Davis de la mano de Thomas Berdych y Radek Štěpánek, precisamente ante España.

Mensik
Photo by BRANDON MALONE / AFP

Comenzó a ser conocido internacionalmente a partir de su etapa júnior en la que consiguió importantes victorias ante rivales de mayor edad. En el US Open de 2021 hizo su primera aparición llegando a tercera ronda, pero sería en el Australian Open del siguiente año donde casi borda su nombre en el trofeo aussie. Cayó en tres sets ante el estadounidense Kuzuhara en una final que será recordada por el sacrificio y dedicación de Mensik, pues tuvo que salir en silla de ruedas después de golpear la última bola.

Aquella anécdota es una evidencia de cómo es el checo en pista: un animal competitivo que no cesa de luchar pase lo que pase. Su buena actuación en tierras australianas le permitió coincidir y conocer a su ídolo: Novak Djokovic. El serbio lo apadrinó desde ese momento y le invitó a entrenar con el unas semanas en Montenegro y Belgrado, una experiencia de la que Mensik aprendió mucho.

Djokovic es la razón por la que Mensik juega al tenis. “Gracias a él comencé a jugar tenis. Él es mi mayor ídolo. Si no fuera por él, no estaría aquí”, comentaba en una entrevista reciente. Ahora, el serbio ha pasado de ser un extraterrestre a una persona que le aconseja y le ayuda, algo inexplicable en la vida de un adolescente todavía. “Yo solo lo observaba y trataba de analizar sus rutinas”, confesó sobre sus entrenamientos con él”.

2023, el año de su confirmación

Mensik y su entorno optaron por ir paso a paso, sin tratar de correr antes de aprender a andar. Después del éxito en juniors, y pese a poder seguir jugando en dicha categoría, decidió sumergirse en el circuito ITF, el primero profesional. Allí aprendió rápidamente y maduró a una velocidad vertiginosa, pues rápidamente se le quedaría pequeño. A finales del 2022, encadenó tres títulos consecutivos de esta índole, evidencia de que ya era la hora de dar el salto a Challenger.

Mensik
Photo by Mike Stobe/Getty Images

El circuito Challenger es, quizás, uno de los sectores del tenis más desconocidos e infravalorados. Es la antesala de la ATP, donde muchos jugadores se dejan el alma semana tras semana para tratar de estabilizarse con los mayores. Se trata de una competición con muchísimo nivel en la que es muy difícil destacar y prácticamente imposible de ser regular. Es ahí donde Mensik se ha hecho hombre, ha construido muros a partir de las heridas y, gracias a ella, ha alcanzado el nivel de esta semana en Doha.

Los primeros meses de 2023 le costaron, cosechando varias derrotas en las primeras rondas, pero tampoco tardaría en resaltar. En marzo logró levantar su primer Challenger, hazaña que repetiría en mayo otorgándole ambos títulos la oportunidad de disputar la previa del US Open. El Grand Slam neoyorquino es la primera vez que el gran público conoció a Mensik, pues después de pasar la previa llegó hasta la tercera ronda, donde cayó de una forma abultada ante Fritz.

Un paso atrás para poder avanzar

Aquella dolorosa, pero efímera derrota en Flashing Meadows le sirvió para darse cuenta de que iba por el camino correcto. Sin embargo, le hizo bastante daño en el apartado psicológico, ahora le conocía muchas más gente y tenía que lidiar con la presión. Ello le hizo bajar considerablemente el nivel y cerrar el 2023 de una manera agridulce, aunque muy útil para lo que se le venía.

Mensik
Photo by Lillian SUWANRUMPHA / AFP

Su temporada arrancó en el Open de Australia, de nuevo una previa exquisita y rumbo al cuadro principal. Sometió a Shapovalov en primera ronda y llevó a un fatídico quinto set a Hurckacz en la segunda. No ganó, pero sí luchó, algo que no pudo hacer meses antes en Estados Unidos. El checo había arribado en el circuito y solo era cuestión de tiempo que sumara puntos para asentarse.

¿Por qué Doha?

Una nueva regla puesta por la ATP permite a los jugadores menores de veinte años entrar directamente a un cuadro principal de un torneo 250. Se cuentan en decenas las competiciones de esta índole a lo largo de año y en numerosas localizaciones. Esta semana, precisamente, en Los Cabos (México) ha tenido lugar otro además del de Doha. La razón por la que Mensik escogió el qatarí resulta mucho más sencilla de lo que se pudiera especular: un iPad.

El checo admitió tras los cuartos de final ante Rublev que había optado por acudir a Doha ya que era el único entre sus opciones que regalaba un iPad a todos los jugadores. Una graciosa anécdota que deja ver la inocencia de un adolescente, pese a su exposición social. Un gesto que recuerda a los tantos que ya nos ha dejado Carlos Alcaraz en su corta carrera, son jóvenes disfrutando de lo que hacen, entendiendo el tenis como lo que es, un juego.

¿Dónde está su techo?

Jakub Mensik no parece tener techo. Sus características se asemejan mucho a uno de los mejores tenista checo de la historia, con permiso de Ivan Lendl, Tomas Berdych. Ambos, por encima del 1´90, tienen un buen saque que les permite salir de algún que otro apuro en los juegos al servicio. Además, la derecha definitiva de Mensik es ciertamente parecido a los planazos que pegaba el que llegase a ser número 4 del mundo.

Photo by KARIM JAAFAR / AFP

Pese a ello, el joven goza de unas cualidades que su predecesor no disponía. Mensik es mucho más hábil y ostenta una mayor movilidad que le permite mantenerse muy firme desde el fondo y defenderse de lado a lado cuando es necesario. Además, su revés a dos manos no es una mera arma defensiva y de contención, sino que también puede propulsar winners y fusilar a su rival si el choque así lo requiere.

Solo el tiempo dirá hasta donde puede llegar, si será un jugador que marque una época o pase desapercibido como uno más en el circuito. Lo que parece indudable es que tiene las armas y calidad suficiente para, poco a poco, ir derribando barreras y llegar a la élite del tenis internacional. Eso sí, tras Doha tendrá que lidiar con más presión mediática, muchos ojos puestos en él, altas expectativas…un obstáculo que muchos han sido incapaces de superar.

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