El Obradoiro encara quince días de parón al no disputar la Copa del Rey en los que prepararse para un mes de marzo clave
Siete derrotas consecutivas, mismo balance que el Breogán, equipo que marca el descenso y máximo rival santiagués…y muchas dudas dentro del seno del Obradoiro. Son muchas las cosas a mejorar en estos días de parón y descanso que, más allá de obrar milagros, pueden servir al conjunto gallego para hacer un reset a nivel mental. Los paupérrimos números desde el 6,75 van más allá de la calidad o estado de forma de los jugadores, se trata de un problema de confianza, psicológico.
El Obradoiro fue construido para luchar por entrar en la Copa del Rey y en los playoffs a final de temporada, objetivos utópicos actualmente. La irregularidad y poca consistencia en los instantes finales los ha llevado a una situación crítica después de catorce años en la élite del baloncesto español. Son capaces de tutearse con equipos a priori muy superiores a ellos como el Unicaja o el Gran Canaria, pero siempre acaban cediendo en los segundos tiempos, donde toca dar la cara.
El paréntesis copero también será utilizado para buscar refuerzos más allá de las fronteras españolas. La prioridad es incorporar a un base de garantías y experiencia, aunque desde el Obradoiro están abiertos a todo con tal de mejorar el equipo, tampoco fichar porque sí. Incluso se ha abierto la puerta a los extracomunitarios pese a tener las fichas cubiertas con Tinkle y Howard, siendo Australia, cuyo campeonato finaliza el 18 de febrero, un mercado tentador.
El mes de marzo, clave para el futuro del Obradoiro
Salvar la categoría es, ahora, el principal objetivo de un Obradoiro que se juega gran parte de sus posibilidades en el mes de marzo. Los gallegos volarán a Girona el día 3 para enfrentarse al equipo que les precede en la tabla. Ante la improbabilidad de dar la sorpresa ante combinados muy superiores a ellos, este tipo de choques se presentan como fundamentales para asegurar la salvación. Será un partido a cara de perro, sin red ante una posible caída, pues los catalanes confirmarían la permanencia de lograr una victoria.
Antes de viajar a Murcia en lo que se antoja como caso imposible, toca recibir al Valencia. Sobre papel los de Mumbrú son muy superiores, pero el Obradoiro ya ha demostrado tener las armas suficientes para poner en aprietos a los grandes en Fontes do Sar, solo falta la confianza. Una dosis extra de motivación e ilusión necesaria tanto para jugadores como para la afición teniendo en cuenta que el siguiente equipo que pasará por Santiago será el Breogán.
Los lucenses llegarán con sed de revancha tras caer por dos puntos en su feudo en la ida. No es solo un derbi, sino que se trata de un rival directo en la lucha por la permanencia. Se trata de un duelo a vida o muerte, ganar te permite respirar más tranquilo, pero perder te deja con la soga al cuello. Para acabar el mes, el Barca visitará Santiago en el domingo de resurrección. Parece más un regalo a la afición que presumiblemente podrá ver a Ricky Rubio con los colores blaugranas, aunque no está de más recordar que los culés ya cayeron en el Fontes do Sar la pasada temporada.