Meses mágicos, salvación agónica y un Celta centenario

Este 2023 ha sido un año muy emocionante para el Celta de Vigo. Por un lado, las rachas de derrotas y el peligro de perder la categoría fueron un constante sufrimiento en la grada. Por el otro, se vivieron momentos icónicos como la espiral de victorias después de enero, la permanencia ante el FC Barcelona y el ansiado centenario del club.

El Celta de Vigo empezó el 2023 de la peor forma posible: eliminados en dieciseisavos de final de la Copa del Rey en el RCDE Stadium. Esa derrota frente al Espanyol fue bastante dura para la afición viguesa, a la que le consume el sueño de poder levantar ese trofeo. En Liga, la primera victoria no tardó en llegar, a costa del colista, el Elche CF.

La 19ª jornada del campeonato enfrentó al RC Celta y al Athletic Club en Vigo el 29 de enero. Después de un gran partido, los pupilos de Carlos Carvalhal se hicieron con la victoria (1-0) con un tanto de Iago Aspas. Aquella noche se acababa de presenciar el inicio de una dinámica irrepetible para el cuadro celeste. Los cambios que había implantado el técnico portugués en el juego empezaban a dar sus frutos: esquemas tácticos diferentes en defensa y ataque (del 4-4-2 puro al 4-1-3-2), el buen rendimiento de las incorporaciones invernales, la apuesta por jugadores suplentes con Eduardo Coudet como Luca de la Torre y el creciente protagonismo de Gabri Veiga, fueron las claves de ese éxito repentino del conjunto olívico.

En febrero y marzo se cosecharon los mejores resultados del Celta de Vigo en todo 2023. Jugaron en total siete encuentros de Liga, en los que se obtuvieron cuatro victorias, dos empates y tan solo una derrota. No solo eran los buenos resultados, sino que el juego era atractivo. El equipo estaba resurgiendo de la mala primera vuelta a golpe de goleadas. Los fantasmas del descenso se estaban convirtiendo en aspiraciones europeas, sin embargo, esa senda fue tan fructífera como efímera.

En abril, tras el parón de selecciones, el cuadro celeste contaba con 34 puntos en la tabla y a falta de doce jornadas para el final de la liga, la salvación era incuestionable. Los dos empates consecutivos con el Almería y el Sevilla dejaban ver que la situación no era la misma que en los meses anteriores. En esa fecha, la posición en la tabla seguía siendo muy similar, aunque el sueño europeo se había esfumado.

La falta de intensidad, las imprecisiones en defensa y la falta de efectividad de cara a puerta, aquello que no hacía tanto se había superado, estaban de vuelta. En las siguientes ocho jornadas el Celta de Vigo solo obtuvo 4 de los 24 puntos en juego. Partido a partido, domingo a domingo, futbolistas y afición iban viendo cómo el Celta iba acercándose inexorablemente al pozo y no había nada ni nadie que lo evitase.

En la penúltima jornada liguera fecha, Cádiz y Celta se vieron la caras en una auténtica final por el descenso. Aquel choque es recordado por el celtismo por una de las tardes más desoladoras de los últimos años. Vencieron los gaditanos (1-0) y el último tren por la permanencia pasaba por ganar al FC Barcelona en casa.

Fueron días de nerviosismo, sudores fríos y mucha angustia para los celtistas. Bajo el lema A vitoria é nosa (La victoria es nuestra), los vigueses cubrieron cada rincón de la ciudad. El club hizo un llamamiento masivo para esa noche y el celtismo se volcó con su equipo. En solo tres horas se agotaron las entradas para el partido y las peñas organizaron un recibimiento irrepetible.

Era todo o nada. Vivir o morir. El 4 de junio, 23.365 personas presenciaron una velada inolvidable para todo amante del Celta de Vigo. Desde el primer minuto hasta el último, los jugadores se dejaron la piel en cada balón para corresponder ese cariño que la hinchada le había mostrado. Como Iago Aspas en su día frente al Alavés, un diamante de A Canteira fue llamado a ser el héroe. También con un doblete, Gabri Veiga acababa de hacer historia. El Celta de Vigo era de Primera División.

El Celta de Vigo, después de la imagen de inestabilidad dada en la temporada, emprendió muchos cambios en el plantel y en el cuerpo técnico. La rescisión de contrato de Carvalhal, semanas después de haber mantenido al club en la élite, generó mucha crispación en el ambiente. Su sustituto, por impensable que pudiese parecer, iba a ser Rafa Benítez. El currículum del madrileño maravilló a gran parte de los aficionados que, con rapidez, se olvidaron por completo del técnico luso.

El mercado de fichajes fue muy movido en Vigo. Grandes jugadores como Javi Galán o Hugo Mallo abandonaron Balaídos, mientras que Luis Campos firmó a futbolistas de la talla de Jonathan Bamba. Pese a las altas y bajas, no fue hasta finales de agosto que el Celta de Vigo sufrió el mayor golpe en su plantilla: Gabri Veiga decidió irse al Al-Ahli de la liga saudí. Su marcha causó un enfado tremendo en los hinchas tanto con la directiva, por la mala gestión de su ficha, como con el propio jugador, por la elección de una liga de menor nivel con salarios mayores.

En ámbito festivo, en los meses veraniegos tuvieron lugar los actos principales del centenario. El 7 de julio, C Tangana, ilustre cantautor y compositor celtista, dio a conocer al mundo Oliveira dos Cen Anos. Este nuevo himno fue un éxito rotundo. El número de reproducciones recibidas se superaba día tras día. La razón principal de ello fue la concentración de la esencia de la cultura popular y del amor incondicional por el Celta de Vigo en algo más de cinco minutos. Era el poema de un celtista escrito para todo el celtismo.

23 de agosto de 2023. La fusión entre Vigo Sporting y RC Fortuna impulsada por Manuel de Castro ‘Hándicap’ ya era centenaria. El Celta de Vigo acababa de cumplir sus 100 años de historia. Fueron 24 horas marcadas por las innumerables felicitaciones de clubes y demás personalidades, los actos conmemorativos en la ciudad deportiva y la fiesta de la afición (con su nuevo himno) en los aledaños de Balaídos.

Hasta hoy, el RC Celta ha jugado ya dieciocho jornadas de liga. En estos partidos se han obtenido dos victorias (ante el Almería y el Granada, situados por debajo en la clasificación), siete empates y nueve derrotas. Estos resultados se traducen en no salir de los puestos de descenso desde la octava fecha del campeonato y en haber perdido un tercio de los partidos por remontada rival en los últimos diez minutos. A favor hay que destacar esa capacidad de Rafa Benítez de haber sabido corregir los errores que propiciaban esas derrotas ‘in extremis’ y comenzar a dominar los partidos de inicio a fin.

Un año único que dirá adiós, pero que, como se ha visto, ha sido un capítulo muy especial en la historia del Real Club Celta de Vigo.