Miguel, canterano celeste, ha ampliado su contrato para las próximas cinco temporadas. Tras una pretemporada llena de incertidumbre al rededor de su renovación, el joven delantero redondelano ha llegado a un acuerdo con la directiva y tendrá un papel más protagonista en el primer equipo.
El duro camino hacia la élite
No todos los canteranos del Celta de Vigo consiguen asentarse y dar el nivel de Primera División. Muchos se ven opacados y sin oportunidades, por lo que acaban buscando una salida. Sin ir más lejos, uno de los grandes talentos de A Madroa, Iker Losada, ha abandonado el club este verano por falta de oportunidades. Y es que triunfar y consolidarse en la máxima competición nacional no es tarea fácil. Y el caso de Miguel lo deja claro.
Siendo un habitual en las categorías inferiores de la selección española, debutó en Primera División en la temporada 2020/21. Con tan solo 17 años empezaba a codearse con los más grandes de nuestro fútbol. Sin embargo, tras disputar cuatro partidos en esa campaña, no volvió a jugar con el primer equipo hasta la 2022/23. A pesar de su buen rendimiento y la ilusión de la afición, su papel se vio relegado al Celta Fortuna. Pero Miguel no se dio por vencido y marcó 19 goles en esas temporadas con el equipo ‘B’. Demostrando una vez más su valor y dejando claro que el Celta debía apostar por él.
Esto le catapultó al primer equipo, donde, con un papel secundario, ayudó al equipo a salvar la categoría. Además, por fin logró su primer gol en la élite, ¡Y que gol! Tras aquel maldito parón de selecciones que condenó al RC Celta, el equipo de Carlos Carvalhal perdía por 2-0 en el minuto 89. Hasta que, tras haber entrado diez minutos antes, Miguel colocó con magia un balón pegado a la cepa del poste e hizo el primero del Celta. Y en el descuento, los vigueses lograrían el empate gracias a un cabezazo de Gonçalo Paciencia. Pero a pesar de ese heroico gol del portugués, todas las miradas estaban puestas en Miguel, había nacido una estrella.