El base estadounidense firma con el club del principado despúes de desarrollar toda su carrera en la NBA
Kemba Walker, a sus 33 años, decide abandonar la mejor liga del mundo para probar suerte más allá del océano. Desembarca en el AS Mónaco, equipo del lujoso principado, que participa en la liga francesa y en la Euroliga. Sin lugar a dudas, se trata de una bomba en el mercado europeo. Ya que, Kemba Walker es un reconocido en todo el mundo del baloncesto llegando a ser 4 veces All-Star de la NBA. Este movimiento coloca al AS Mónaco como un equipo a seguir durante la próxima temporada. Kemba, junto a Myke James, puede formar un «backcourt» digno de la NBA.
El base nacido en Nueva York fue elegido en el pick número 9 del Draft de 2011 por los Charlotte Bobcats. Despúes conocidos como los Charlotte Hornets. Tras ocho temporadas con los de Carolina del Norte demostrando su valía y su juego llegando a formar de uno de los mejores quintentos de la liga en 2019. Decidió irse a los Boston Celtics, dónde promedió 19.7 puntos, 3.9 rebotes y 4.8 asistencias por partido en las dos temporadas que vistió la mítica camisete verde. Tampoco logró su ansiado deseo de salir campeón de la NBA.
Tras su paso por los Celtics, bajo de rendimiento y debido a su forma física se encontraba sin equipo. Hasta que recaló en los Knicks de su ciudad natal, dónde jugó 37 partidos para lograr 11.6 puntos y 3.5 asistencias por encuentro. Tras su pequeño paso por Nueva York fue a parar a los Dallas Mavericks, su último equipo NBA. En el equipo de Texas, certificó su declive en la liga norteamericana, tan sólo nueve partidos para 8 puntos y 2.1 asistencias.
Esos números y ese nivel de juego era la sentencia para un jugador que prometía ser uno de los dominadores de la liga en los próximos años. Ahora, y habiendo olvidado su sueño de ganar el anillo, pone rumbo a Europa para volver al nivel en el que merece estar un jugador que hipnotizaba a cualquiera cuando pisaba una cancha.
