El Obradoiro derroca al Real Betis en un partido trepidante que les permite reengancharse al grupo de equipos que encabeza la categoría
Por el contexto, la forma y el rival, este martes el Obradoiro ha sumado su mejor victoria en lo que va de temporada. Los de Gonzalo Rodríguez supieron sobreponerse a un mal arranque frente al Real Betis para acabar llevándose una victoria vital que, aunque sea desde la distancia, les mantiene en la lucha por el ascenso directo que otorga la primera plaza. La lograron desde una defensa que, restando dos cortos periodo de tiempo, fue muy sólida, comprometida y, sobre todo, solidaria. Lo advirtió el técnico santiagués en la previa y se cumplió, tocaba ser duros para llevarse la victoria.
Fue un trabajo coral, sin un claro líder anotador. Cinco jugadores, Stephens, Quintela, Davison, Micovic y Balvin, acabaron con diez puntos o más. Y, aunque el acierto no fue tan grande otros días como los del día del Tizona, por ejemplo, se fue eficaz en los momentos que el choque lo pedía. El sábado le toca al Fuenlabrada pasar por Sar que, una vez más, cumplió con su cometido. Los madrileños, actuales líderes de la categoría, disputarán mañana otro partido de gallos ante el Palencia.
Buen inicio visitante
El Obradoiro, en el estreno de Ondrej Balvin y Rati Andronikashvili ante los suyos, necesitaba la victoria como agua de mayo para reengancharse a la pelea por el ascenso directo. Posición que contrataba con la del Real Betis para quién el enfrentamiento era más una oportunidad que una necesidad, pues vencer supondría endosarle ya una buena diferencia a uno de los `cocos´. Los béticos afrontaban la cita con la baja de Álex Suárez, jugador que vivió las últimas cuatro temporadas de ACB en Santiago. Su reencuentro particular tendrá que esperar a la vuelta.
Sacó de inicio Gonzalo Rodríguez a un quinteto muy alto, con Stevic, Stephens y Micovic acompañando a Quintela y Davison. Sin embargo, no supieron aprovechar la ventaja de centímetros en el duelo Stephens-Radonic y en defensa hacían aguas. Un mero bloqueo desarbolaba por completo el entramado gallego, encontrando los béticos la ventaja en De Bisschop. Este repartía el juego a los exteriores que, con tiradores de la calidad de Benite, Hughes o Renfroe, no fallaban. El tercer triple, que ponía el 7-15 en el marcador, acabó con la paciencia de Gonzalo, pues pidió tiempo muerto y apostó por un quinteto con un único `5´ puro.
Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro
Les sentó bien el parón a los locales que, a base de subir un punto de intensidad en defensa, fueron encontrando el camino al aro. Los dos nuevos fichajes, Ondrej y Rati, tiraban del equipo sembrando las primeras semillas de una conexión que puede resultar vital para los intereses del Obradoiro. El base buscaba jugar el dos contra dos cada vez que tenía la oportunidad y sacaba petróleo de cada ocasión. La remontada, hasta el final del primer cuarto fue gradual, pues el Real Betis no la permitía. Los de Gonzalo García de Victoria estaban infalibles desde más allá del 6´75, convirtiendo 5 de sus 6 primeros intentos desde dicha distancia (18-23).
Reacciona Obradoiro
El segundo envite arrancó trabado, con ambos conjuntos bajando su efectivad. Ese punto extra de intensidad le salía caro al Obradoiro en cuanto a faltas personales se refiere, pues cuando tan solo habían transcurrido dos minutos ya contaba con cuatro en su haber. La diferencia oscilaba entre los 6-8 puntos, siendo incapaces los locales de acercarse más. Gonzalo Rodríguez movía el banquillo de forma constante, buscando la fórmula concreta que le aportase un cambio de dinámica. Sobre todo cambiaba a los 5s, como sino quisiera que la defensa andaluza se acomodase a las cualidades de uno.
En Stephens se topó con la solución momentánea. El norteamericano no tenía problema en tirar de tres, hasta cuatro intentos realizaría en la primera parte con un 50% de efectivad. Un factor que descolocaba por completo los planes del Real Betis, pues tenían que decidir si dejarla tirar o salir y, de esa forma, exponerse más. Optaron por lo primero y, en un encadenamiento de dos triples consecutivos, uno de Jake y otro de Quintela, los santiagueses le dieron la vuelta a la tortilla (26-26). Y, aunque reaccionaron los visitantes, la sensación ya no era la misma. Del 5/6 desde el triple en el primer cuarto pasaron al 0/6 en el segundo.
Tan solo 9 puntos anotaría el Real Betis en unos segundos diez minutos en los que, como avisó Gonzalo en la previa, el encuentro tornó hacia la dureza (33-32). Benite era la clara imagen del bajón bético, negado hacia el aro y con unos números muy pobres, impropios de él. Al Obradoiro, por su parte, le faltaba algo de apoyo de los exteriores, pues menos del 25% de sus puntos provenían de ellos. Entre Balvin, Stephens y Micovic acaparaban 23 de los 33 puntos y, paradójicamente, eran los únicos con acierto desde más allá del 6´75. El acierto era bajo, pero la defensa determinante.
Trabajo coral
Tardó el Betis tres minutos en anotar más puntos que en el anterior cuarto tras el descanso. Los de García de Victoria salieron con las ideas claras, recuperar esa clarividencia y dominio inicial. Y, con la misma receta, lo lograron. De Bisschop volvía a generar estragos en la muralla santiaguesa, mientras que Hughes y Renfroe, percutían desde fuera. Eso, sumado a un atasque general en ataque con varias pérdidas incluidas, favoreció un parcial de 0-10 (33-42). Lo pararon desde el banquillo local para, por lo menos, frenar el aluvión. Y no solo lo frenaron, sino que, a partir de dicho momento, la dinámica volvió a cambiar por completo.
Del 33-42 se pasó al 52-46 gracias, una vez más, a los ajustes defensivos y la recolocación por parte del Obradoiro. Quintela, tirando de garra y pundonor, era el líder, pero cada vez más jugadores se sumaban a la contienda. Galán, con seis puntos en los instantes finales del tercer cuarto, otorgaba ese pequeño colchón de cara al desenlace. Sar aportaba ese granito de arena restante para que, de una vez por todas, los suyos se marchasen por la victoria, pero no iba a ser tarea sencilla. Stevic se comía a De Bisschop en la pintura, apoyándose en muchos bloqueos y continuación, que abrían la brecha hasta los nueve puntos (57-48) a seis minutos para el final.
En ese carrusel de emociones, el Real Betis se reenganchó de nuevo a la terna. Kasibabu, desaparecido hasta el momento, se hacía grande en la zona y, con siete puntos casi de forma consecutiva, colocaba a los suyos a tres (57-60) con todavía tres minutos en el reloj. Daba igual lo acontecido durante los 38 minutos restantes, los tiros errados o los fallos cometidos, pues todo se iba a decidir en los últimos instantes. Davison por los locales y Hughes y Renfroe por los visitantes ponían más picante al desenlace si cabe con los béticos tres abajo a minuto y medio para el final.
Final de infarto
Se salió de dentro el triple de Hughes que hubiese supuesto igualar el marcador y, en la siguiente jugada, Micovic sí anotó el suyo para prácticamente sentenciar el choque. Pidió tiempo muerto García de Victoria, pero ya era demasiado tarde. Para más inri, los suyos perdieron el balón fruto del nerviosismo y el partido quedó visto para sentencia. Los tiros libres se irguieron como uno de los apartados decisivos que dirimieron al ganador. El Obradoiro tuvo una efectividad del 100% desde el 4´60 (13/13), mientras que el Real Betis se dejó muchos puntos por el camino en ese aspecto (14/25).
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