El Obradoiro se impone con solvencia al CB Prat y certifica su pase a los cuartos de final de la Copa España en el día que se conoció la baja de Rigo hasta final de temporada
Certificó su pase a los cuartos de final el Obradoiro en el día que se confirmaron los peores presagios sobre la lesión de Tomeu Rigo. La actuación, sólida, sirvió para homenajear a su compañero mallorquín que se perderá lo que resta de temporada. Y, es que, quitando los cinco primeros minutos, el partido no tuvo historia. Los de Gonzalo Rodríguez, que optó por repartir los minutos al máximo, incluso con Harguindey, Onuetu y Grela, dominaron el choque de cabo a rabo. El sorteo dirimirá su rival en la ronda previa a la Final Four. Oviedo, San Pablo Burgos, Estudiantes, Real Betis, Cartagena y Castelló, además del que salga del grupo C, sus potenciales adversarios.
La cita sirvió para que los menos habituales ganasen confianza, pues, ante el aluvión de bajas de estas últimas semanas, cualquier refuerzo es necesario. Leimanis, quizás quién peores sensaciones estaba transmitiendo en este inicio de temporada, fue el principal protagonista. El letón, que acabó con 16 puntos y 3 asistencias, rompió el choque de forma definitiva en el tercer cuarto. Destacables también las actuaciones de los dos pívots, Stevic, Onuetu y Stephens, y de Alonso Grela, que aportó intensidad y hambre en los momentos más pausados.
Muchas bajas
La peor noticia para los locales llegó apenas una hora antes de que iniciase el encuentro. Los peores presagios se confirmaban y Tomeu Rigo, que tuvo que abandonar el parqué cojeando el pasado sábado ante el Tizona, se perderá lo que resta de temporada. El mallorquín tiene afectados los ligamentos de la rodilla que ya le dio problemas en el pasado y tendrá que pasar por el quirófano. En lo puramente deportivo, el Obradoiro necesitaba ganar o perder de menos de tres puntos para acceder a los cuartos de final de esta primera edición de la Copa de España. Los catalanes, por su parte, necesitaban ganar de más de ocho puntos para conseguir la hazaña.
Además de Rigo, Davison, todavía en Estados Unidos con motivo de su paternidad y Nacho Varela, con problemas musculares, no eran de la partida. Inconvenientes que obligaron a Gonzalo Rodríguez a tirar de la cantera de nuevo. A los habituales Pablo Harguindey y Victory Onuetu se sumaba Alonso Grela. Juan Bocca, por problemas con su pasaporte, todavía no puede entrar en convocatoria. El primero, además, se llevó el premio gordo, pues fue titular junto a Quintela, Leimanis, Micovic y Stephens.
Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro
El inicio fue propio de un partido intersemanal con poca gente en la grada: errático y sin ritmo. Sin embargo, a la que el CB Prat apretó y se puso por delante, respondió el Obradoiro con tres triples consecutivos que devolvieron la lógica al marcador. Alonso Grela, el tercero de los canteranos, saltó a cancha a falta de cinco minutos para la conclusión del primer cuarto. Su entrada aportó una dosis extra de intensidad y hambre a los locales que, a base de recuperaciones, abrían una brecha más que interesante tras los diez primeros minutos (27-13). La intención de Gonzalo Rodríguez estaba más que clara: repartir minutos, pues los diez convocados disfrutaron de minutos ya en el primer envite.
La lógica se impone
La tónica se mantuvo a lo largo de todo el segundo cuarto. Aunque el CB Prat parecía haberle perdido miedo a la Caldeira, lo cierto es que tenía que hacer cosas inverosímiles para anotar. Forzados muchas veces a tiros incómodos y en los últimos segundo de posesión, se agarraban a una brillantez individual para conservar la vida. Y lo hicieron (43-30). No tanto por acierto propio como por desacierto ajeno, pues el Obradoiro, pese a ser muy superior, no se alejaba en exceso debido a la falta de efectividad. Buscaba mucho tiro exterior y el 5/18 desde el 6´75 no les respaldaba.
Donde más notoria era la diferencia era en la pintura. Stevic y Stephens se mostraban tremendamente superiores a sus defensores, siendo ambos los máximos anotadores de su equipo al descanso. Y, es que, en los primeros veinte minutos todos los jugadores del Obradoiro anotaron con la única excepción de Millán Jiménez. Paradójicamente, el navarro fue el héroe del fin de semana. El CB Prat, todavía en partido, necesitaba prácticamente un milagro para darle la vuelta, pues la sensación era que podía caerles una buena paliza una vez la fatiga hiciese mella en su físico.
Mucha superioridad
La segunda mitad fue un constante intercambio de canastas en el que el Obradoiro salía beneficiado. Casi como si de un pacto de no agresión se tratase, los locales tampoco forzaban la maquinaria para convertir la victoria en paliza. Y, es que, el CB Prat buscaba la remontada con más corazón que cabeza, pues en lo táctico se veían superados constantemente. Sí que amenazaron los santiagueses en el tercer cuarto con aumentar su ventaja considerablemente cuando, en el tercer cuarto, Leimanis anotaba tres triples consecutivos para el delirio de Sar. Pese a ello, la diferencia tampoco era inmensa a diez minutos para la conclusión (62-47).
Los últimos minutos fueron, los que se conocen en el argot, como los de la basura. Sin nada en juego, y con el Obradoiro un tanto más relajado, los catalanes consiguieron canastas fáciles que les permitieron soñar con bajar la distancia de los diez puntos. Sin embargo, una vez lo intentaron, asestaron los locales un hachazo definitivo que les hizo bajar los brazos de forma definitiva. Quizás el único percance que sufrió el equipo de Gonzalo Rodríguez en todo el encuentro fue el problema de faltas de un Victory Onuetu que, movido por las ansias, se fue descalificado con todavía ocho minutos por disputar.
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