El jugador argentino le dio la victoria al Real Betis con su gol, lo que provocó que la grada de su exequipo le increpara
El regreso de Chimy Ávila a El Sadar era uno de los platos fuertes de la décima jornada de competición doméstica. Después de cuatro temporadas y media en el conjunto navarro, el atacante argentino visitaba el pasado sábado por primera vez la que fuera su casa. El jugador del Real Betis recibió pitos mientras calentaba, al igual que cuándo ingresó al terreno de juego, antes de ser insultado tras anotar el gol que le daba los tres puntos a los de Pellegrini. Asimismo, el de Rosario analizó lo ocurrido en los micrófonos de DAZN al término del choque.
Dolorido con su recibimiento. «Me dolió escuchar los pitos, el aullido de muérete, es triste y más teniendo a mis hijos y mi familia en la grada».
Su celebración. «No sé si fue una celebración de emoción o de tristeza. Pido perdón si alguien se lo tomó como una celebración, pero que se pongan en mi sitio. Venir a una ciudad que uno ama tanto, mi hijo nació aquí, y que me reciba un estadio así… Venía con ilusión toda la semana, a mis hijas les decía que a papá le iban a aplaudir y salió mal en ese sentido. Al menos feliz por el Betis, que son tres puntos importantes».
La relación con la grada de El Sadar. «Es una mezcla de sensaciones, ya saben el cariño y el amor que siento por esta afición, lo bonito que lo pasé acá. Estoy desilusionado por los pitos, los insultos… Entiendo el fútbol y a la afición de Osasuna. No guardo rencor y estoy enamorado de este club».
El apoyo de la afición verdiblanca. «Me muestran cariño día a día, se me pone los vellos de gallina cuando escuché eso de los nuestros. Me inspiró, me hizo decirme ‘concéntrate en la portería’. En la definición sabía que Herrera se tira abajo y que la tenía que meter por arriba. Le pone a un contento marcar».
