El Obradoiro recibe a los andaluces en Sar con el objetivo de estrenarse en el casillero y espantar los fantasmas de la pasada campaña
No fue el debut soñado en Madrid, pero todavía hay mucho margen de maniobra. La Primera FEB devolvió al Obradoiro a la faz de la tierra casi antes de que hubiese tocado la puerta para entrar. Y, es que, el Estudiantes fue mucho mejor en el Wizink, sobre todo en una segunda parte donde los de Gonzalo Rodríguez se desinflaron por completo. Las once pérdidas y el 32% de efectividad desde el 6´75 les condenaron. La dinámica del choque, con los santiagueses marchándose ocho arriba al descanso, recuerda, en parte, a la 23/24.
Faltó un poco de todos, en especial de Millán Jiménez y de Davison. El norteamericano, máximo anotador de la categoría la pasada campaña, firmó un decepcionante 25 % en TC. Cierto es que ya se sabía de su irregularidad, de que es capaz de lo mejor y de lo peor, pero se espera que este año de un paso adelante en cuanto a consistencia. Millán, por su parte, no estuvo tan flojo, aunque visto lo visto en pretemporada era uno de los que más alto apuntaba. Fueron Leimanis y Quintela los que tiraron del carro, haciendo buena su experiencia en el baloncesto nacional.
Esta tarde reciben al Morón, un conjunto, a priori, llamado a luchar por la permanencia. Los andaluces ascendieron la pasada campaña de LEB Plata gracias, en parte, a las directrices del jovencísimo (37) José Antonio Santaella. Mantienen gran parte del grupo que les devolvió al profesionalismo, a los que hay que sumar fichajes realizados con la intención de dar ese salto necesario. Mathias M’Madi, su principal estrella.
Problemas semejantes
El Morón llega a Sar con un balance 0-1 tras caer en su casa ante el Fuenlabrada en la primera jornada. Los sevillanos encajaron un parcial de 16-26 en el primer cuarto que luego fueron incapaces de remontar. La experiencia de uno de los `cocos´ de la liga terminó por desesperarles. Y, es que, sus principales errores fueron semejantes a los del Obradoiro, pero acrecentados. Doce pérdidas y un paupérrimo 23% desde el triple. Números con los que es sumamente complicado vencer en la Primera FEB y que deberán mejorar si quieren inaugurar su balance positivo.
Stevic, en una acción del partido frente a Estudiantes. Fuente: Redes Sociales `X´ Obradoiro
Mathias M’Madi, a quién mencionábamos previamente, estuvo completamente desaparecido. Kouadio, su supuesto reemplazo en el puesto de escolta, fue el mejor de los suyos con 19 puntos y 23 de valoración. Su pretemporada tampoco fue excesivamente halagüeña, cayendo de forma clara ante el Betis y sufriendo lo indecible para tumbar al Algeciras en Copa de España. La derrota frente a los béticos prácticamente les descarta de la pelea en dicha competición.
El Obradoiro, entonces, parte como gran favorito para llevarse la victoria a partir de las 17:00. Si consiguen minimizar errores, tanto en forma de pérdidas como de despistes defensivos, tendrá muchas opciones de redimirse de su debut. Y, es que, su baloncesto debe nacer desde la defensa, desde la movilidad de Stephens y la sabiduría de Stevic bajo el aro. Una vez se construya una muralla inexpugnable, llegar con fuerzas y confianza a la canasta rival resultará menos costoso.
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