Badosa sucumbe en tres mangas (4-6, 6-4, 6-2) ante Coco Gauff tras una desconexión mental que la impidió cerrar el partido en el segundo set
Lo rozó con la punta de sus dedos. Gozó de varias oportunidades de colocarse con doble break arriba en la segunda manga. Pero no fue suficiente, reaparecieron los fantasmas del año pasado y, en su único momento de debilidad, la cabeza le pasó factura. Otra semana muy positiva de Paula Badosa que se vuelve a marchar con una sensación agridulce. Aunque falló en el momento de la verdad, derrotó a grandes jugadoras de la talla de Pegula o Zhang y ya es la once de la WTA Race. Wuhan, el último WTA 1000 de la temporada, se presenta como el lugar idóneo para dar el salto y colarse en las WTA Finals.
Duelo de titanes
La gran favorita, por palmarés y ránking, era Coco Gauff en el día de hoy. No tanto por resultados, pues Badosa es una de las jugadoras más en forma del circuito, sino la que más. El respeto era máximo entre ambas y en los primeros juegos los servicios se imponían sin excesivos problemas. La norteamericana buscaba los intercambios de revés a revés, pero Paula, muy lista tácticamente, cambiaba constantemente al paralelo. Y, en el quinto juego, en la primera oportunidad que se la presentó, firmó el primer break del partido.
Coco entró en una fase más meditada, jugando mucha bola alta con su derecha para luego atacar con el revés. La estrategia le comenzó a dar sus resultados, las primeras oportunidades de recuperar la desventaja, pero no hilaba fino en los puntos determinantes. Necesitó once puntos de break para lograrlo. Lo hizo en un séptimo juego interminable. Ahí, tras un esfuerzo tremendo, es cuando Badosa se habría venido abajo en el pasado. Demostró que su evolución tenística va a la par que la mental, pues se rehízo y le volvió a romper el saque a la estadounidense.
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La primera manga se decidió por esos pequeños detalles. Aunque se disputaron muchos más puntos con el servicio de Paula que con el de Coco, la catalana supo aprovechar mucho mejor sus oportunidades. El último juego, en el que se llegó al 40 iguales, fue la viva imagen de ello. Badosa respondía y Gauff se amedrentaba. Las habituales dobles faltas (3) son el único pero que se le puede seguir poniendo a la española tras el despliegue y la actitud mostrada en esa primera hora.
Rozarlo no es suficiente
El inicio de la segunda manga recordaba al duelo de cuartos frente a Pegula. Badosa amagaba con romper definitivamente el choque. Las tornas se cambiaban, ahora era la norteamericana la que sobrevivía a base de salvar bolas de rotura. Llegó a tener la española varias oportunidades de ponerse con doble rotura de diferencia, pero Gauff se volvió a llevar el juego más largo del set. Supuso un punto de inflexión tremendo, pues pasó de verse prácticamente entregada a lanzarse a por la remontada.
La energía regresó a sus piernas. Golpeaba en mejores posiciones que antes y eso le permitía echar a Badosa de la línea de fondo sobre la que se encontraba asentada desde hacía varios juegos. El cambio hizo que los fantasmas del pasado regresaran por completo a la cabeza de Paula que, tras ver como su rival colocaba el 4 iguales, se dejó llevar. Regaló por completo la manga en dos efímeros juegos. Cometió dobles faltas, errores inentendibles y dio evidencias de una clara desconexión mental. De verse en la final a resetear el marcador casi dos horas después.
Más de lo mismo
Cuando tienes a toda una campeona del US Open contra las cuerdas, tan solo tienes una oportunidad de aprovecharlo. Sino lo haces, son jugadoras únicas, de esas que tienen más vidas que un gato. La segunda manga hizo mucho daño a Badosa que, tras haber acariciado la victoria con la yema de los dedos, fue a contracorriente durante la tercera manga. Quizás el nivel tenístico era parecido entre ambas, pero le faltaba fe a la española, confianza en si misma. Peleaba con el corazón, pues ya escaseaba la cabeza.
Photo by Shi Tang/Getty Images
Consiguió el break en el tercer juego y voló hasta el final la estadounidense. Ese tesón y talante necesario para cerrar los partidos que la faltó a Paula media hora antes, desbordaba del cuerpo de Gauff. Aunque en su foro interno estará profundamente decepcionada, cayó de pie Paula. Lo hizo como una campeona, demostrando que está al mejor nivel de su carrera y que, independientemente de que se cuele en las WTA Finals o no, su segunda mitad de temporada es un absoluto éxito.
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