Antoine Griezmann deja la selección francesa tras haber disputado 137 partidos, consiguiendo 44 goles y 30 asistencias.
Bombazo en el fútbol de selecciones. Uno de los grandes nombres del panorama europeo y mundial dentro de los combinados nacionales, Antoine Griezmann, se retira de la selección francesa absoluta a sus 33 años. Una noticia inesperada y que ha anunciado el francés en un escueto mensaje en redes sociales, acompañado de un vídeo con sus mejores momentos con la selección francesa. «Con el corazón lleno de recuerdos, cierro este capítulo de mi vida. Gracias por esta magnífica aventura tricolor. Hasta pronto».
Con ello, Antoine Griezmann cierra su etapa con 137 partidos defendiendo la camiseta de selección francesa. De esta manera, el jugador colchonero se queda a solo 8 encuentros de convertirse en el futbolista con más internacionalidades de la historia. Un récord que ostenta Hugo Lloris con 145 participaciones. Con 44 goles, Antoine también ha dejado huella dentro del ránking goleador de ‘Les Bleus’, siendo el cuarto máximo anotador de su historia. Aunque, su paso atrás en el campo, acompañando a la creación de juego, a pesar de mermar su capacidad anotadora, propició que Antoine se enmarcase como el máximo asistente de Francia con 30 pases de gol en sus 137 encuentros.
Uno de los grandes de su historia
La historia reciente de la selección francesa no se puede entender sin Antoine Griezmann. El ‘7’ ha sido, durante años, el faro del cuadro dirigido por Deschamps sobre el campo. Primero, en su gran aparición como estrella del combinado nacional francés, en la Eurocopa 2016, despuntó como uno de los mejores goleadores del momento. 6 goles en 7 partidos que condujeron a Francia a su primera final en esta etapa dorada. Además, le convirtieron en MVP y máximo goleador del torneo. Un rendimiento que le dejó tercero en la carrera por el Balón de Oro. Solo las dos finales europeas perdidas con el Atleti y Francia le dejaron sin el preciado galardón.
Después, con su paso atrás sobre el verde, propiciado por su pérdida de velocidad, Griezmann se convirtió en el generador de juego perfecto. Un hombre esencial en una Francia, en ocasiones, falta de talento individual en la medular. Con la irrupción de Mbappé y un Giroud tocado por una varita en el combinado nacional, Griezmann era el ecargado de hacer funcionar el engranaje. Así se convirtió en la gran figura de la selección en el segundo Mundial de la historia de Francia y en balón de plata del torneo más importante dentro del mundo futbolístico.
La falta de respeto a una leyenda
Tras una Eurocopa 2020 decepcionante para Francia y un Mundial perdido en penaltis, Hugo Lloris, capitán hasta ese momento, decidió retirarse del combinado nacional. Era el momento que Griezmann esperaba para ser nombrado como capitán de Francia, un sueño para el francés ‘Principito’ desde niño. Por importancia, lo merecía. Por legado, lo merecía. Por número de partidos, lo merecía. Sin embargo, la presión del país por mantener contento a Kylian Mbappé, convirtiendo en asunto de estado su permanencia en el PSG, hicieron a Kylian capitán de ‘Les Bleus’ por encima de Griezmann.
Una situación que dejó muy decepcionado a Antoine y que ha podido propiciar este temprano anuncio de retirada para un jugador con muchísimo fútbol por dar en sus botas. Sin el brazalete de capitán en el brazo, pero sí ejerciendo como tal dentro del vestuario, Griezmann deja una de las etapas más brillantes que se le recuerdan a un futbolista con su selección en toda su historia. Francia y Griezmann no se volverán a reencontrar nunca más sobre el verde.