Luis García Plaza cumplirá 100 partidos como entrenador del Alavés este sábado y es uno de los cinco de entrenadores más longevos del club
Luis García Plaza ya forma parte de la historia del Deportivo Alavés. Con la celebración del Getafe-Deportivo Alavés de este sábado, habrá llegado a los 100 partidos como entrenador del Deportivo Alavés y se hará su hueco en los libros de historia del club babazorro.
El técnico madrileño llegó al Alavés tras el descenso de categoría en la temporada 2021/2022 dispuesto a construir un proyecto desde las bases. No iba a ser un reto sencillo, pues el club vitoriano tenía en aquel entonces la merecida etiqueta de licuadora de entrenadores. Desde que Josean Querejeta cogió las riendas del club en 2011, hasta 18 entrenadores ocuparon el asiento de Mendizorroza en once años.
Luis García Plaza se mostró ilusionado en su llegada a Vitoria a pesar de que su estatus era considerablemente merecedor de un equipo en la máxima categoría. Desde las altas instancias del club se puso el ascenso como objetivo, que no prioridad, de la plantilla y el equipo respondió. No sin suspense, el Alavés logró el ascenso más épico de los últimos tiempos con un gol de penalti de Villalibre en el minuto 129. La eliminatoria se mantuvo empatada a cero durante 210 minutos y el Levante estaba a punto de certificar su ascenso, al no haber tanda de penaltis como recompensa al equipo mejor clasificado en la liga regular.
Las celebraciones duraron poco. Sergio Fernández y la dirección deportiva asesorados por las pretensiones de Luis García, gozaron de tan solo ocho semanas para confeccionar una plantilla competitiva para Primera División. Un trabajo a contrarreloj que dio sus frutos a través de muchas cesiones y otras oportunidades de mercado.
El rendimiento del equipo iba a ser una incógnita. El grueso de jugadores fundamentales en el ascenso se mantuvieron, pero muchos de ellos eran novatos en la categoría como también lo eran muchas de las nuevas incorporaciones.
Pero el equipo respondió a las mil maravillas y se fue haciendo fuerte en Mendizorroza. Fue uno de los mejores locales de la categoría, pero los partidos a domicilio eran una asignatura pendiente que les impedía alejarse definitivamente de la zona roja de la clasificación.
Fue en enero cuando llegó la primera victoria lejos de Mendizorroza, en un estadio imponente como el Sánchez Pizjuán. Poco después llegó otra, esta vez en Almería, y el Deportivo Alavés comenzó a vivir más tranquilo en la zona media-baja de la categoría.
Las jornadas iban pasando y, exceptuando al Girona, el cuadro babazorro estaba en la pugna por ser una de las sorpresas de la temporada. Todas las quinielas al inicio de la campaña pronosticaban que el Glorioso volvería a bajar, dada su corta plantilla y su presupuesto.
Luis García Plaza y su cuerpo técnico continuaron trabajando en silencio y haciendo oídos sordos al ruido externo. Así, lograron la permanencia a falta de cuatro jornadas y terminar en una histórica décima posición.
Con la salvación en el bolsillo llegó la noticia más esperada para los aficionados albiazules. Luis García Plaza renovó hasta 2026 tras muchos rumores y posibles ofertas de otros clubes de la Liga EA Sports. Club y entrenador se emplazaron a tener conversaciones una vez logrado el objetivo y rápidamente se llegó a un acuerdo.
De agotar su contrato, Luis García Plaza asaltará el top-3 de entrenadores que más días han ostentado el cargo de técnico del Deportivo Alavés. Quedaría libre tras 1499 días ligado al equipo vitoriano, aún lejos de los 2555 y 2127 días de Amadeo García y José Manuel Esnal «Mané», respectivamente, que ocupan los dos primeros puestos de entrenadores más longevos del Alavés.
Este verano, con mayor tiempo de planificación que en el anterior, el Alavés ha fortalecido varios puntos débiles de la plantilla. El suelo competitivo es mayor y el fondo de armario es mejor, por lo tanto cuando ha tocado rotar el rendimiento es similar. El año pasado, por el contrario, los suplentes estaban uno o dos peldaños por debajo de los más habituales y las diferencias eran notorias.
Esto permite a Luis García Plaza imponer su idea de juego en cualquier escenario, como ya se vio el pasado martes contra el Real Madrid donde el equipo compitió hasta el final con ocho suplentes y acabaron asediando la portería de Courtois para acabar muriendo en la orilla y perder 3-2.
Muchos aficionados del Alavés ya no conciben un partido de su equipo sin LGP, como le apodan cariñosamente, desgañitándose en la banda. No solo es un gran entrenador sino que se ha convertido en un portavoz del club. Defiende sus intereses a capa y espada y no permite que el escudo sea pisoteado al no tratarse de un «equipo grande».
28 meses después de su llegada el Alavés vive uno de los momentos más dulces de su historia reciente. Dispone de una plantilla joven pero también experimentada, con cedidos pero también con muchos jugadores en propiedad, con una afición entregada y con un director de orquesta inmejorable. Tras siete jornadas disputadas, el Alavés ocupa el octavo lugar de la clasificación con 10 puntos. La posibilidad de viajar por Europa merodea por las cabezas de los aficionados albiazules y lo que antes era un sueño inverosímil ahora, pese a lejano, es una ilusión real.
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