La franquicia de Tennessee decide acabar con el contrato que los unía al base y MVP de la temporada 2011
En la NBA, hay jugadores que marcan un época que con su juego se elevan, en este caso literalmente, sobre sus rivales. No hay nadie que no quiera ver a esa rosa blanca sobresalir de un jardín repleto de maleza o a ese arcoirís que aparece después de la lluvia. Como nadie quería perderse a Derrick Rose años atrás.
Por desgracia, no todo siempre sale bien. Y este es, como muchos otros, un caso de un jugador que tocó el cielo y luego cayó a lo más profundo del infierno. Las lesiones son las grandes culpables de no haber podido disfrutar más de uno de los jugadores más eléctricos de la historia de la liga. Rose firmó con los Memphis Grizzlies, la temporada pasada y no solo para intentar reelanzar su carrera sino para reencontrarse con su yo universitario.
El excelso base disputó su carrera universitaria en los Memphis Tigers. Con su llegada a la franquicia en la NBA buscaba regresar a aquellos tiempos en los que era una leyenda por toda la ciudad y la facultad. A dónde solamente jugar y ganar era importante. Sin embargo, esa ciudad que, antaño, lo amaba y se encomendaba a él. Hoy, lo dejan marchar como un niño suelta un globo hacia el cielo.
La llama del resurgir del Fénix Derrick Rose, tras esta noticia, parece que definitivamente terminará apagándose dejando una simple ceniza residual de lo que fue y no de lo que podía haber sido. Aún así, habrá que esperar, ya que Rose hablará sobre su futuro en lo próximos dias. A pesar de todo, Rose, logró en Memphis, 8 puntos por partido, 3.3 asistencias y 1.9 rebotes dándole así, una pizca del amor que la ciudad le brindó, años atrás.
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