Daniel Ricciardo se despidió de Racing Bulls en el GP de Singapur y Liam Lawson será anunciado en los próximos días como su sustituto
Daniel Ricciardo ya es historia de la Fórmula 1. Después de una segunda etapa en la que no ha logrado revertir el sabor agridulce que dejó la anterior, dice adiós al Gran Circo. Lo hace superado por Yuki Tsunoda, tanto en clasificación como en carrera.
Ricciardo abandonó la Fórmula 1 al término de la temporada 2022, tras sendos años vapuleado por Norris y siendo una sombra de lo que fue. Tras su marcha forzada, su intención siempre fue la de volver y pudo cumplir su deseo mediada la temporada 2023.
Lo logró, en gran parte, gracias a Christian Horner, que recomendó su vuelta para suplir a un De Vries que no cumplió las expectativas con el Alpha Tauri. Al cabo de un mes después de su regreso, se fracturó la muñeca izquierda en un accidente en el circuito de Zandvoort.
Su asiento lo ocupó Liam Lawson y su rendimiento fue muy halagüeño. Alpha Tauri quiso seguir confiando en Ricciardo de cara a 2024, pero el australiano ha seguido en barrena. El ‘Honey Badger’ está a años luz de ser quien un día prometió ser y de su legado ya no queda ni su sonrisa. Ahora, con seis grandes premios por disputar, Racing Bulls ha tomado la drástica decisión de subir a Liam Lawson al monoplaza y desplazar al australiano, con el fin de que sume kilometraje y conocimientos sobre el coche que pilotará en 2025.
Su último servicio para la causa puede ser definitorio para la lucha por el mundial. Red Bull ordenó a su equipo filial parar a Daniel en la última vuelta para calzar los neumáticos blancos y quitarle la vuelta rápida a Lando Norris. Un punto que para Ricciardo no supuso nada ya que rodaba fuera de puntos, pero seguro que a McLaren no le habrá hecho ninguna gracia perder.
No quiso ser segunda espada
Su carrera comenzó a torcerse años atrás, cuando militaba en Red Bull. La marca de bebidas energéticas confiaron en él a pesar de un discreto paso por HRT y Toro Rosso y vislumbraron un talento que poca gente era capaz de ver.
Cayó de pie y en su primer año logró tres victorias, venciendo en la clasificación general al ya por aquel entonces tetracampeón Sebastian Vettel. El teutón se marchó a Ferrari en 2015, otorgando la capitanía de Red Bull al australiano. Esta responsabilidad mermó a Ricciardo que sucumbió frente a Kvyat en 2015. Un rookie venciendo al primer piloto, el mismo guion que un año antes el había seguido frente a Vettel.
En 2016, Kvyat fue relegado a las primeras de cambio y un juvenil llamado Max Verstappen aterrizó en Red Bull. En su primera carrera con el equipo «grande», consiguió la victoria en Barcelona en lo que fue una declaración de intenciones de lo que era capaz de hacer.
Esto hirió el orgullo de Ricciardo, que se hizo fuerte y logró imponer su veteranía durante la temporada 2016 y 2017. Pero en 2018 todo se truncó en el box de Red Bull. Chocó en varias ocasiones con Verstappen, quien ya era superior a nivel de pilotaje y se encontraba en una mejor posición en el mundial, y el motor Renault le dejó tirado en muchas ocasiones cuando rodaba en buenas posiciones.
ABU DHABI, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS – 25 DE NOVIEMBRE: Daniel Ricciardo de Australia y Red Bull Racing saludan a la multitud desde el parque cerrado durante el Gran Premio de Fórmula Uno de Abu Dhabi en el circuito de Yas Marina el 25 de noviembre de 2018 en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. (Foto de Will Taylor-Medhurst/Getty Images)
Verstappen, de 20 años de edad, ya era el líder de Red Bull. Los de la marca energética renovaron al holandés por una importante suma de dinero y la confección del coche comenzó a seguir las directrices que el propio Max indicaba.
Todos estos ingredientes llevaron a Daniel Ricciardo a tomar la decisión de buscar nuevas aventuras. Se acobardó y no quiso ser vapuleado por una bestia que comenzaba a comerle el terreno, por ello tomó la terrible decisión de unirse a ¡Renault! Decidió unirse a la escudería que fabricaba el mismo motor que le impidió terminar hasta siete carreras durante la temporada 2018.
Christian Horner, en declaraciones recientes, ha confesado que Ricciardo le pidió disculpas y le reconoció que se equivocó. Se unió a los de Enstone y tras un mal 2019, en 2020 volvió a reencontrarse con una versión competitiva del Renault. En una temporada atípica por la covid-19, se anotó dos podios y una quinta posición en el mundial de pilotos.
Etapa para el olvido en McLaren
McLaren se fijó en él tras la salida de Carlos Sainz, buscando un piloto experimentado para hacer frente a un Lando Norris al alza.
Sobre el papel, era un paso adelante. McLaren había logrado la tercera plaza en el mundial de constructores, con un coche que daba visos de tener potencial para su desarrollo.
Su periplo con la marca británica fue un tormento y supuso el principio del fin de su carrera automovilística. Cosechó dos temporadas en las que Norris lo batió por 45 y 85 puntos, respectivamente.
Pese a su declive, logró romper la racha de 9 años sin ganar de McLaren. El GP de Italia de 2021 fue un oasis en mitad del desierto y Ricciardo logró su primera y última victoria vestido de papaya.
MONZA, ITALIA – 12 DE SEPTIEMBRE: Daniel Ricciardo de Australia y McLaren gana el Gran Premio de Italia de F1 en el Autodromo di Monza el 12 de septiembre de 2021 en Monza, Italia. (Foto de Peter Fox/Getty Images
Tras un fin de semana inmaculado, Ricciardo volvió a la senda de los malos resultados provocando el hartazgo de McLaren. La marca británica alcanzó un acuerdo con el rookie Óscar Piastri y se enemistó con Alpine para hacerse con los servicios de uno de los pilotos más prometedores del panorama mundial, que se tomó un año sabático tras coronarse campeón de la Fórmula 2 en 2021.
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