España derroca a Australia en una intranscendente eliminatoria que les deja en una mejor posición de cara al sorteo de Málaga
Era una jornada aparentemente intranscendente en Valencia. Australia y España, ambas clasificadas para la final a 8 de Málaga, se disputaban el primer puesto del grupo B. Aunque es cierto que ganar te podía dar una ligera ventaja en el sorteo, la extrema igualdad entre países y la idiosincrasia propia de la competición la hacen prácticamente inexistente. Se trataba de una eliminatoria descafeinada. Alcaraz y Bautista, los dos héroes de la semana, miraban a sus compañeros desde el banquillo, sabedores de la necesidad de tener a todos enchufados. Y sí, los segundos espadas también brillan cuando se ponen la elástica nacional.
Pedro Martínez, que debutaba con la selección, vivió una tarde de fuertes emociones. No pudo frenar al huracán Popyrin en el individuales, pero se reivindicó en el dobles junto a Granollers. El catalán, número 1 del mundo en dobles, es un seguro infranqueable. Tres han sido los compañeros que han tenido esta semana e, independientemente de ello, siempre ha mostrado un nivel excelso. La situación del tenis masculino español puede ser la peor de las últimas décadas, pero esta edición de la Copa Davis la mancilla un poco, la deja en un segundo plano. No se puede olvidar uno de David Ferrer a la hora de analizar los motivos del éxito, pues quién mejor para devolver a España a donde se merece, a la lucha por la séptima ensaladera.
También brilló Carreño, el encargado de abrir la lata frente a Thompson. El asturiano, que viene de un último año tremendamente complicado, necesita una victoria de esta magnitud. No fue solo simplemente ganar, sino cómo ganó. Llegó a ir 5-2 abajo en la tercera manga, al borde del abismo hasta que la afición lo llevó en volandas hacia la remontada. El público nacional está sediento de éxitos y grandes logros y, tanto hoy con Pablo como con Bautista el viernes, han adelantado que el Carpena será una absoluta caldera. España saldrá a la final a 8 con un jugador más sobre la pista. Al igual que en Sevilla 2004 o Madrid 2019, es un elemento muchas veces definitorio.
Ferrer, satisfecho
David Ferrer, capitán nacional, se ha mostrado tremendamente satisfecho por lo logrado. “Ha sido impresionante, han luchado todos los partidos. Ha sido una gran semana, siempre tendré buenos recuerdos en Valencia. La semana, el ambiente del equipo… Ha sido todo muy bueno”, comentaba nada más certificar el primer lugar del grupo. Se marcha «orgulloso» de todos su jugadores, los que ahora le traerán dolores de cabeza a la hora de hacer la convocatoria para la final a 8. Granollers y Alcaraz parecen inamovibles para los intereses de España, pero el resto podrían fluctuar.
Granollers y Pedro Martínez celebran la victoria en el dobles. Photo by JOSE JORDAN / AFP via Getty Images
«Lo bueno, entre comillas lo malo, es que tenemos a muchos jugadores buenos, predispuestos, grandes competidores, para estar en Málaga. Eso es algo bueno y malo porque alguno se tiene que quedar fuera, pero no tengo el equipo 100% claro«, decía al ser preguntado al respecto. Y, es que, hasta el propio Nadal podría acudir a Málaga si él así lo desea, pues siempre va a tener abiertas la puertas de la selección. «He hablado con él. Todavía no lo sé, pero por qué no. Cabe esa posibilidad de que pueda estar con nosotros en Málaga.», confesaba el alicantino.
Los rivales de España en Málaga serán Italia, Países Bajos, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Canadá y la propia Australia. Al ser primera de grupo solo podría verse las caras con Paises Bajos, Argentina o Alemania en unos hipotéticos cuartos de final. Sea como sea, la dificultad de uno u otro país no varía en exceso, por lo que tendrán que mirarse más a su propio ombligo que al del resto. Confiados y reivindicativos, tratarán de hacer historia una vez más. David Ferrer, lo tiene claro: «Tenemos equipo para ganar la Copa Davis».
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