Un fallo estratégico de Jorge Martín y la enésima exhibición de Marc Márquez en condiciones mixtas, ha reabierto el duelo a tres bandas por el Mundial en el GP de San Marino
A veces el atrevimiento no es una buena señal. Significa que estás bajo presión y que debes hacer un movimiento estratégico para voltear la situación.
No era el caso de Jorge Martín, que tras una victoria fulgurante el sábado al sprint logró desmarcarse de Pecco Bagnaia por 26 puntos. Una situación idílica que hacía presagiar una carrera en la que Martín iría a recaudar el máximo botín de puntos posibles y salir reforzado del circuito de casa de tu archienemigo, asestándole un golpe moral muy difícil de masticar.
Sin embargo, apareció el ingrediente dinamizador y que puso patas arriba cualquier estrategia. A raíz de la lluvia, dirección de carrera declaró que era una carrera ‘flag to flag’ y que el pit-lane estaba abierto para cambiar de moto.
Ningún piloto decidió entrar hasta que a falta de 20 vueltas, Jorge Martín sorprendió a todos y entró a la calle de boxes. El madrileño quiso ganar a lo grande, siendo el primero en calzar gomas de lluvia y rezar al dios de la lluvia para que cayese una aguacero, no fue así y el resultado es por todos conocido. «Ha empezado a llover mucho en el primer, segundo y tercer sector y he decidido parar», declaró Martín después de la carrera. Martín no tenía ninguna presión, sino que se la inventó.
El madrileño reconoció su error y admitió que debió haber tenido más claro que su pelea «era con Bagnaia y no ganar». Este es el quid de la cuestión, ya que en el motociclismo si la presión no está sobre tus hombros, hay que copiar lo que haga tu rival. De tal forma que, en el caso de error o acierto, el resultado va a ser menos sangrante que en el GP de Misano. Un error de estrategia ha favorecido a Bagnaia, que ha recortado la diferencia en 19 puntos situándose a tan sólo siete del 89.
Marc Márquez se reengancha
Su ambición desmedida tiró por tierra la ventaja que obtuvo en Aragón y ahora hay un nuevo invitado en la pelea por el mundial.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo y en condiciones mixtas pescó el de siempre. Marc Márquez decidió guiarse por la experiencia y calcó las decisiones de los pilotos italianos, habituados a entrenar en Misano, de no entrar a cambiar de moto. Resultado, mejor imposible. Segunda victoria consecutiva y se mete de nuevo en la pelea por el mundial, a 53 puntos de Jorge Martín. «Cuatro gotitas», sirvieron al de Cervera para reducir la ventaja con cabeza de carrera y adelantar a cinco pilotos en una sola vuelta.
El agua fue un elemento importante para la victoria de Márquez. No obstante, el ritmo que marcó el piloto de Gresini con la pista ya secada y con Bagnaia pisándole los talones, evidencia que su victoria no se debe tan sólo a sus habilidades en mojado. Marc Márquez hizo la vuelta rápida de carrera (1.31.564), rodando en tiempos muy similares durante los últimos diez giros.
Bagnaia no pudo alcanzar al 93 y en las últimas vueltas tiró la toalla para asegurar su segundo puesto, viendo la bandera de cuadros tres segundos más tarde que el español. «Desde Red Bull Ring hemos encontrado algo y me encuentro mucho más cómodo«, dijo el ocho veces campeón del mundo alimentando a aquellos que aún confían en sus posibilidades por el título.
Para informarte minuto a minuto del deporte desde otra perspectiva, SIGUENOS en nuestras redes sociales: