La sorprendente derrota de Novak Djokovic en tercera frente a Popyrin abre la puerta a los Zverev, Medvedev, Ruud…
Alcaraz fundido de cabeza y cayendo de forma estrepitosa ante Botic van de Zandschulp, Sinner atravesando una de las mayores polémicas de los últimos tiempos…todo parecía predispuesto para que, como en tantas ocasiones, Djokovic fuese el mejor en el río revuelto. Sensación muy parecida a la de la noche de ayer, cuando Popyrin se puso dos mangas arriba un año después de que Djere lo hubiese hecho en el mismo escenario. Al dar un pequeño paso en dirección remontada, lo lógico era pensar que esa historia ya la habíamos presenciado antes, pero Popyrin supo mantener la calma para clavarle el hachazo definitivo al reciente campeón olímpico.
El australiano demostró por qué ostenta un Masters 1000 a sus espaldas y que ya está más que preparado para luchar por grandes objetivos. El juego, la actitud y los golpes los tiene, pero le falta la regularidad y la constancia; eso que diferencia a los buenos jugadores de los mejores. Ayer dio un paso de gigante hacia dicha meta yTiafoe dictará sentencia. El norteamericano se llevó un duelo agónico y precioso ante Shelton en la central. Cinco mangas y más de cuatro horas de puro entretenimiento a cargo de dos jugadores diferentes, hechos de otra pasta.
Partidazos en octavos de final
La caída de Djokovic hace que Medvedev, Zverev o Ruud, entre otros, afilen los colmillos, pues ya solo queda Sinner en pie de los grandes favoritos. El alemán se deshizo en cuatro mangas de un peleón Etcheverry, mientras que al noruego le llevó más tiempo hacer lo propio con Shang. Casper se verá las caras con Fritz, quién llega crecido alentado por su gente y firmando su mejor tenis de los últimos tiempos. Alexander tendrá, a priori, un choque más sencillo con Nakashima, aunque el local viene de cargarse a Tsitsipás y Musetti.
El gran enfrentamiento de octavos de final será, con los emparejamientos conocidos hasta el momento, el Dimitrov-Rublev. Dos jugadores que se sitúan ciertamente alejados de los focos mediáticos, pero que, viendo el cuadro que se ha quedado, pueden opositar al título perfectamente. El bielorruso busca regresar a donde le pertenece, a lo más alto del tenis ahora que el Big 3 no está para privarle de ello. El vencedor de ellos dos se vería las caras con el que haga lo propio en el Tiafoe-Popyrin. Oportunidad de oro para Grigor y Andrei.
Sabalenka, Badosa y Gauff, favoritas por abajo
En el cuadro femenino también se conocen ya los octavos de final por la parte inferior del camino al título. Seis de los ocho encuentros disputados se fueron a la tercera manga, factor que evidencia la enorme igualdad existente. La sorpresa la puso Mertens, quién se cargó a Madison Keys en su casa y se verá las caras con Sabalenka ya en la segunda semana del US Open. Aryna, número 2 del mundo al igual que Djokovic, tuvo que ponerse el mono de trabajo tras un horrendo primer set. La ganadora de su duelo se encontrará con la vencedora del Zheng-Vekic en cuartos de final.
La repetición de la final olímpica se dará en octavos después de que Vekic y Zheng hayan hecho válidos su cartel de favoritas ante Stearns y Niemeier respectivamente. Quizás el hecho de ser pista dura otorga mayores posibilidades a la croata en esta ocasión, pero lo cierto es que el tenis desplegado por la china la última semana mete miedo a los más valientes. Sensaciones muy parecidas a las de Coco Gauff y Paula Badosa, las dos grandes favoritas para ganar sus duelos de cuarta ronda y verse las caras en la antepenúltima ronda de Nueva York.
Coco tendrá que deshacerse de Emma Navarro para ello, la jugadora que ya la enseñó la puerta de salida de Roland Garros. Ayer sufrió de lo lindo ante Svitolina, quién la puso contra las cuerdas gracias a un soberbio primer set. Navarro, por su parte, colocó el Estados Unidos 2- 0 Ucrania al hacer lo propio con Kostyuk. Patrones de partidos muy parecidos al de Badosa, pues la española tuvo que salvar una bola de partido ante la reivindicación de Ruse. Y, es que, las contrincantes de la catalana parecen estar de reivindicación. Wang, su próxima rival, dio la campanada al cargarse a Azarenka, la vigésima cabeza de serie.
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