El ‘quarterback’ tiene que pasar por quirófano para reparar su menisco y no debutará en su primera campaña como jugador profesional
Las malas noticias han llegado a Minnessota. Tras la marcha de Kirk Cousins a los Atlanta Falcons, todas las esperanzas de la franquicia estaban puestas en el ‘quarterback’ rookie, J.J McCarthy. Los Vikings seleccionaron al producto de la universidad de Michigan, y último ganador del campeonato universitario, en el pasado Draft con la décima elección. Una gran apuesta para que su receptor, y jugador estrella, Justin Jefferson contará con un mariscal de campo de garantías para liderar la ofensiva vikinga.
Pues bien, nada más lejos de la realidad. McCarthy debutó, el pasado sábado, con el uniforme púrpura, en pretemporada, ante Las Vegas Riders. En ese partido lanzó para 188 yardas, 2 touchdowns y una intercepción en 11 pases completados de 17 intentados. En el entrenamiento programdo para el siguiente lunes, el jóven ‘quarterbcak’ ya no formó parte de el. Fue entonces cuando Kevin O’Conell, entrenador principal de los Vikings, anunció que McCarthy tendría que pasar por quirófano para reparar el menisco de su pierna derecha.
Una operación que su tiempo de recuperación le tendrá, previsiblemente, apartado de las 100 yardas durante toda la temporada. Aunque el propio ‘quarterback’ ha asegurado que tiene fe en poder acortar los plazos de recuperación y llegar a la parte final, y clave, de la temporada. Además, desde la franquicia, se transmite un mensaje de tranquilidad a los aficionados ante las dudas que han surgido entre estos sobre la vuelta de McCarthy y si podrá tirunfar en la NFL. Por si fuera poco, McCarthy se ha convertido en el único mariscal de campo de la historia en ser seleccionado en primera ronda y perderse su temporada de novato. Sin lugar a dudas, no empieza con buen pie su andadura en el football profesional.
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