Carlos Garach y el relevo de estilos masculino cerraron la participación española en los Juegos Olímpicos de París 2024
Faltó la guinda, faltó una medalla, pero los frutos sembrados por la delegación española en París son más que positivos. Un equipo muy joven, con talentos de la talla de Emma Carrasco, semifinalista en el 200 estilos, Laura Cabanes, Carmen Weiler, semifinalista en los 100 y 200 espalda, o Carlos Garach, prometen fuertes emociones de cara a Los Angeles 2028. En todos los casos tienen mucho margen de mejora, como el crol de Emma o las salidas de Carmen que pronostican un halagüeño futuro.
Los relevos, con la espina de las cuatro centésimas que nos dejaron fuera de la final del 4×100 libres, también son remarcables. Estar en el top 10 mundial es algo que España si quiera se podía plantear en el anterior ciclo olímpico y ahora, con cuatro años por delante, puede trabajar con mimo para extraer lo máximo de sus nadadores. Hoy, en la última oportunidad de hacer historia, el relevo de estilos masculino ha sido descalificado por salida anticipada de Sergio de Celis cuando se habían quedado de nuevo con la miel en los labios.
El plusmarquista nacional salió con todo para cerrar su cuarta posta, pero se pasó de frenada. Acción que habla muy bien del hambre de los cuatro nadadores a los que les faltó un par de decimillas por 100 para acceder a la final. Destacables fue la braza de Carles Coll, quién debutó en unos Juegos Olímpicos y aguantó las arremetidas de Nicolo Martinenghi, el campeón olímpico de la prueba. Con Hugo como líder en la espalda y Mario resarciéndose de su prueba individual, todo es posible. La natación española está más viva que nunca.
Carlos Garach, un día para aprender
No ha sido la mejor mañana de Carlos Garach en una piscina. El andaluz, que depositaba la mayoría de sus esperanzas en el 1500, nadó muy por encima de su mejor marca o, lo que es lo mismo, del récord de España. Acceder a la final se antojaba misión imposible para él, pues el nivel del fondo masculino internacional roza la excelencia, pero opositaba a estar en el top 15 o cerca de él. Unos puestos, cotizados, para los que se tiene que correr mucho más que 15:20.
Carlos es la mayor promesa masculino de la natación española y, tras un buen 800 libres, la magnitud del escenario le ha podido pasar factura en su mejor prueba. Se trata de una nueva experiencia que suma a su haber, pues con 20 años tiene todavía mucho camino por delante. Lo bueno para él es que su presencia en París no finaliza en la piscina, sino que tendrá una nueva oportunidad de quitarse el sabor agridulce de hoy en la aguas abiertas, el próximo 9 de agosto.
Un 1500 plagado de sorpresas más allá de la Garach. Weelbrock y Short han pegado los campanazos en el aspecto negativo al quedarse fuera del top 8 siendo dos de los máximos favoritos a las medallas. La actuación del australiano en París, tras ser una de las principales figuras del campeonato del mundo de 2023, ha sido, cuanto menos, decepcionante. Los Juegos Olímpicos no perdonan sino estás a tu máximo nivel.
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