Bucsa y Sorribes jugarán el partido por la medalla de bronce este domingo contra la pareja checa formada por Muchova y Noskova
El tándem del dobles femenino, Cristina Bucsa y Sara Sorribes, no ha podido superar a dos tenistas que pasan por el mejor momento de su carrera. Diana Shnaider y Mirra Andreeva son mucho para una españolas que, a pesar de perder en las semifinales, aún tienen posibilidad de medalla.
Muchova y Noskova, otras dos buenas jugadores de individuales, serán las rivales de Bucsa y Sorribes en el duelo por el bronce. El partido será este domingo, y la esperanza por triunfar se mantiene intacta en las españolas.
Si bien en semifinales se han visto confusas, Sorribes y Bucsa han demostrado, durante todo el torneo, que son capaces de superar situaciones complicadas. No está todo perdido, y es que, realmente, el tenis español va por buen camino en estos Juegos Olímpicos. No solo ellas dos pueden ganar medalla, sino que Carlos Alcaraz puede optar al oro.
La diferencia estuvo en el ritmo de bola
La clave de la derrota de las españolas es, quizás, esta misma. El tándem peninsular no supo cómo jugar, de qué manera contrarrestar unas derechas que, por velocidad, eran muy superiores.
Mirra Andreeva y Diana Shnaider, también jugadoras de individuales, no perdieron tiempo en descifrar la estretegia del dobles, sino que se limitaron a golpear la bola de la forma más potente posible. Sara Sorribes, que peca precisamente de fuerza, pudo aguantar en los puntos, pero no ganarlos.
Siguiendo esta tónica, Andreeva y Shnaider cerraron el primer set por 6-1. Empezaron imbatibles en la segunda manga. Bucsa, con dudas en la volea, tampoco supo doblegar a sus rivales. Las españoles construían el punto, pero siempre llegaba una bola demasiado rápida que provocaba el error de las ibéricas.
Por su parte, Shnaider sacó toda su inteligencia para volear. Cuando el punto se jugaba desde el fondo, ella aparecía de repente y, sin que nadie la esperara, rozaba la bola produciendo una serie de voleas magistrales.
Bucsa y Sorribes solo mejoraron al final del partido, pudiendo romper el saque de las rivales y hasta poder meterse en el encuentro. Fueron cinco break points para ellas, pero lastimosamente no convirtieron ninguno. En cambio, Andreeva y Shnaider sí aprovecharon su oportunidad. En su tercer punto de partido cerraron la segunda manga por 6-2 y de esta manera se aseguraban el pase a la final olímpica de dobles.
