Novak Djokovic vence en dos sets a Rafael Nadal en el que, muy probablemente, haya sido el último partido entre ellos, los dos mejores tenistas de la historia
Las rivalidades tienen un inicio y un final. Hoy ha sido seguramente el final de la rivalidad más grande de la historia del tenis, y una de las más importantes en toda la historia del deporte. Los Juegos Olímpicos y la pista Philippe-Chartrier, el escenario idóneo para cerrar una era.
El ciclo deportivo entre Rafa Nadal y Novak Djokovic ha llegado a su fin, y el último vestigio, la última cena, el último partido, The Last Dance, se lo ha llevado el serbio. Debido al contexto y la narrativa, nuevamente, un Nadal vs Djokovic se cuela entre los duelos más históricos del tenis.
El Last Dance de los campeones
Novak Djokovic ha ganado a Nadal en dos sets, por 6-1 y 6-4. No han sido dos sets cualquiera, pues siempre que se enfrentan estos dos pasa algo notable. En su partido número 60 entre ellos, el primer set ha sido una auténtica exhibición de tenis por parte del serbio.
Hacía tiempo que Djokovic no competía tan bien. Desplegó un tenis excelso, sin errores. El revés paralelo volvió a ser un golpe demoledor. Cansado a causa de la batalla de ayer contra Fucsovics, Nadal jugó con un lento ritmo de bola que propició un baile del serbio por la pista.
Ambiente amargo el que se notaba en París. El encuentro tenía que ser una batalla, pero el primer set no se presentó como tal. Se veía frialdad en las caras del público, pero que, consciente de que estaban viendo historia, animaron al español hasta la saciedad.
Djokovic, pletórico, su puso rápidamente con un 4-0 arriba en el segundo set. Cuando todos ya habían tirado la toalla, Rafael Nadal demostró, una vez más, la lección de que nunca hay que rendirse. La derecha del manacorí empezó a funcionar. Los fallos del serbio también aparecieron. En la mente del público resonaba un «ahora o nunca».
Rafa Nadal recuperó los dos breaks que le separaban del marcador, igualó el resultado a 4-4 y consiguió producir alguno de esos puntos que se recordaran para siempre. Una marea de banderas españolas remaba junto con Nadal. La grada tuvo fe, pero del otro lado de la pista estaba un tal Novak Djokovic, que se encarga de negar la esperanza a cualquiera que le cuestione.
El chacal serbio se vistió de ‘djoker’ para finiquitar la batalla. Djokovic, en 4-4, volvió a sacar su mejor nivel para romper de nuevo el saque de Nadal. Se puso 5-4 y acabó cerrando el partido con su servicio. El de Belgrado gana el último Last Dance entre dos campeones, entre los dos mejores tenistas de la historia.
