Marchand se convierte en el héroe local al destrozar el crono en los 400 estilos y robarle el récord olímpico a Michael Phelps
La natación sigue dejando fuertes emociones en el complejo de La Defénse. El ambiente matutino, con toda la afición volcada hacia su nuevo ídolo, Leon Marchand, ya hacía presagiar la gran fiesta vespertina que se podía llegar a dar. El mayor rival del joven galo era la presión que recaía sobre sus hombros, pues se le otorgaba el oro antes de nadar. La magnitud de la cita, si la sintió en sus venas, apenas se notó, ya que dominó la prueba de cabo a rabo. No pudo con su récord del mundo vigente desde la temporada pasada, pero si con el olímpico, ese que ostentaba el mismísimo Michael Phelps.
Segundo fue Matsushita, quién aprovechó una oportunidad única, la de que un 4:08 valga para ser plata, algo ciertamente raro para unos Juegos Olímpicos. El bronce recayó en el cuello de Carson Foster, estadounidense que cuajó una actuación ciertamente decepcionante al ser, sobre el papel, el encargado de poner en aprietos a Marchand. Resaltaba fue también la estrategia de Seto, agresivo y motivado por su crono matutino, pero a quién salir al ritmo endiablado del francés le costó muy caro.
100 braza masculino
Nicolo Martinenghi ha sido el otro campeón masculino de la noche además de Marchand. El italiano se ha cargado al todopoderoso Adam Peaty que, pese a un ciclo olímpico muy complicado a nivel mental, desembarcó en la capital francesa con la motivación por las nubes. La prueba fue completamente distinta a lo esperado, con el británico y Nicolo más escondidos de lo habitual en el primer 50 y desbordantes en el segundo. Adam fue segundo, compartiendo escalón del podio con el norteamericano Fink.
Séptimo tocó la pared Quin, uno de los principales favoritos a los que un fortísimo primer largo le pasó mucha factura en los últimos 15 metros. La diferencia entre los cuatro primeros fue de ocho centésimas, es decir, un tiempo indescriptible. Cabe resaltar, también, que el crono del italiano, 59´08, está muy lejos de los 56´88 con los que impresionaba Peaty en anteriores ediciones.
100 mariposa femenino
Huske dio el que, quizás, se puede considerar como la gran sorpresa de la jornada. Walsh aterrizó en París tras haber conseguido el récord el mundo en los trials americanos y, en las semifinales, ya se hizo también con el mejor crono olímpico. Su salida, como siempre imperante, hacía indicar que se iba a llevar la prueba y el oro de forma solvente hasta que, en los últimos quince metros, Huske apareció desde atrás y le robó la premisa a su compañera por tan solo cuatro centésimas.
Tercera tocó la china Zhang que sufrió lo indecible para llevarse la medalla tras un primer 50 en el que rozó el primer puesto. Tal fue su caída en el segundo largo que Koehler se quedó a tan solo seis centésimas del bronce. Una final que estuvo llena de estrellas como Mac Neil, campeona olímpica en Tokio 2020, o Emma McKeon, australiana con más de diez medallas en su haber y que se retirara a la finalización de la presente edición.
Semifinales 100 espalda masculino
Hugo González estará, por segundo ciclo olímpico consecutivo, en la final del 100 espalda. Tuvo que sufrir de lo lindo viendo la segunda semifinal tras ser quinto en la suya pero, por dos centésimas, el madrileño estará entre los ocho mejores del mundo. Una prueba que se prevé muy apretada, pues toso están en un pañuelo. Quitando al chino Xu, quién estuvo a punto de romper la barrera de los 52 segundos, el resto se mueven en menos de cinco décimas.
Armstrong, vigente campeón del mundo y compañero de entrenamientos de Hugo, se quedó fuera de la final y Murphy, uno de los principales favoritos, tampoco deslumbró. Y, es que, exceptuando la paliza que Marchand endosó a sus rivales, el resto de pruebas están destacando por la igualdad. Ndoye-Brouard será el representante galo en una final en la que también destaca Ceccon.
Semifinales 200 libres masculino
La prueba de mediofondo de crol es el mayor ejemplo de que estos no están siendo los Juegos Olímpicos en los que más se está corriendo. La poca profundidad de la piscina, por debajo de lo que obliga World Aquatics, parece que impide a los nadadores deslizar todo lo bien que les gustaría y, por ende, los tiempos son ligeramente más altos. Tan solo dos nadadores, Popovici y Duncan Scott, bajaron del 1:45 para acceder a una final de la que se han quedado fuera los coreanos Hwang y Kim.
El rumano es, de lejos, el máximo favorito a el oro. Se le vio muy cómodo, controlando a sus rivales en todo momento y sumamente tranquilo. Por su parte, el británico, recuperó las sensaciones que no había encontrado por la mañana y ya se irgue como una de las principales figuras a seguir. Él, junto a Richards, serán los dos encargados de aupar a su país en el 4x 200, relevo en el que son favoritos. Y, es que, Richards, al igual que Rapsys, Hobson, Maertens y Giulani, conforman la final de mañana.
Semifinales 100 braza femenino
Jessica Vall no pudo hacer la hazaña de colarse en las semifinales en sus terceros Juegos Olímpicos, pero no por ello la prueba ha sido menos interesante. La decepción la ha firmado Ruta Meilutyte, quién se ha quedado fuera de la gran final tras desvanecerse en el segundo 50 de forma inentendible. Ese puesto lo ocupó la jovencísima estonia Jefimova, nadadora del 2006, que viene pulverizando todos los récords júnior existentes.
Primera, y por tanto calle 4 para la final, finalizó la sudafricana Smith, quién tanto en eliminatorias como en la propia semifinal ha mostrado una inmejorable. A priori nadie debería pelearle el oro, aunque tanto King, Tang y Mc Sharry opositan a aprovecharse de un posible error de la favorita. Pilato, Evans y Zmushka, nadadora que compite bajo bandera neutral, completarán el grupo de 8 elegidas que lucharán por las medallas mañana por la tarde.
Semifinales 200 libres femenino
La confianza con la que ha llegado Titmus a los Juegos Olímpicos desborda a sus rivales. La americana, a quién le diagnosticaron un tumor hace menos de un año, tiene un hambre insaciable y, tras su excelso 400 libres en el día de ayer, hoy ha nadado dos 200 libres que meten miedo al más valiente. Su principal rival para el oro parece ser su compatriota Mollie O´Callaghan, nadadora que pasa por un momento de forma envidiable.
Ambas mostraron las mejores impresiones más allá de los cronos conseguidos, justo por delante de Weinstein y Haughey. La otra norteamericana, Gemmel, se quedó a las puertas de un top 8 que completó Harvey con 1:55´37, más de un segundo por encima de Titmus. Mazazo australiano también de cara al 4×200 libres, pues, al menos por lo visto en las individuales, son muy superiores a las estadounidenses.
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