Nadal no formará parte del grupo que buscará la final a 8 de la Copa Davis el próximo mes de septiembre en Valencia
La última aparición de Nadal en la Copa Davis fue antológica, logrando una nueva ensaladera para su país. Quizás no fue el protagonista de la gesta, pues lo realizado por Bautista, regresando con el equipo pese a la muerte de su padre, quedará para los anales de la historia. Su inminente retirada hacía presagiar que el mallorquín podría formar parte de la expedición que busque el billete para la fase final, pero no será así. La reciente noticia de que acudirá al US Open podría haber interferido en su decisión, en la de medir cargas de trabajo.
Alcaraz, Bautista, Carreño y Granollers son los cuatro elegidos por el nuevo capitán español, David Ferrer, para aprovechar la Wild Card de la organización y trazar el camino hacia el séptimo entorchado. El murciano, juntos al especialista en dobles, se irgue como la principal baza para derrocar a República Checa, Francia y Australia, las otras tres potencias encuadradas en el grupo B. El asturiano, renqueante en los últimos tiempos, disputará, seguramente, el dobles junto a Marcel, ya que ambos se estrenarán en los Juegos Olímpicos de París.
Los dos mejores países de cada grupo, en total cuatro, acceden a la denominada `Final 8´ que se celebrará del 19 al 25 de noviembre en Málaga. Allí sí que podría comparecer un Rafa Nadal que tildó de «complicada, pero no imposible» dicha opción hace meses. En casa también se jugará España el pase, pues Valencia es una de las cuatro sedes elegidas junto a Manchester, Bologna y Zhuhai. Sinner, la referencia italiana, también estará presente.
Los rivales de España
Francia, República Checa y Australia no serán moco de pavo para los españoles, sino rivales de una entidad sublime, muy complicados de derrocar. Aunque ninguno de ellos goza de una estrella de la talla de Alcaraz en sus filas, son selecciones muy equilibradas. Los galos acudirán con una mezcla de veteranía y juventud, pues Mannarino sumará la experiencia necesaria al empuje de Humbert, Fils y Mpetshi Perricard. Ellos serán los segundos que se vean las caras con España, el 13 de septiembre, dos días después que República Checa.
Los centroeuropeos, que disfrutaron de sus mejores años la pasada década gracias a Berdych y Stepanek, volarán a orillas del Mediterráneo con Lehecka, Machac, Mensik, Kopriva y Pavlasek. El primero, entre algodones los últimos meses, ya demostró en Madrid ante Nadal que no se deja intimidar fácilmente, mientras que Machac y Mensik mantienen una línea ascendente hacia los puestos más altos del ranking. La experiencia, factor clave en este tipo de eliminatorias, debería beneficiar a España.
El combinado español cerrará la fase enfrentándose a Australia. Alex de Miñaur, jugador con raíces ibéricas, será la cabeza visible de los aussies, mientras que en el dobles contarán con la presencia de Thompson y Purcell, finalistas en Wimbledon. Popyrin y Ebden completan un conjunto capitaneado por el mítico Lleyton Hewitt, ex número 1 del mundo. Las condiciones, pista dura e indoor, no favorecen, al menos sobre el papel, los intereses de los de David Ferrer.
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