Wimbledon promete fuertes emociones desde las primeras de cambio con alicientes de mucha magnitud como el Davidovich-Korda
El sorteo de Wimbledon deparó grandes sorpresas como el posible emparejamiento de Sinner y Berrettini en segunda ronda, el hipotético Zverev-Draper en tercera o un nuevo episodio de la saga Alcaraz-Sinner en semifinales. Pese a que, por la ausencia de Rafa Nadal, no fuese tan mediático como el de Roland Garros, el desenlace ha estado a la altura del torneo parisino. Son varios los encuentros de primera ronda sobre los que habrá que tener toda la atención, no apareciendo en la mayoría de ellos claros favoritos al título.
El adiós de Murray, el gran aliciente
Todavía no se sabe si quiera si podrá saltar a la pista, si Andy podrá despedirse de su público, de su torneo, decir adiós a Wimbledon. En caso de hacerlo, tendrá una primera ronda ciertamente complicada, pues Machac era uno de los jugadores a evitar en esta primera semana. El checo fue, precisamente, su rival de hace unas semanas, el oponente que tuvo que ver como el escocés se retiraba con ostensibles dolencias físicas. Sería un duelo cargado de nostalgia y emociones que, a buen seguro, hará que el calmado público inglés vibre en sus asientos.
El Davidovich-Korda parece, en cuanto a nivel de ambos, el duelo estrella de esta primera jornada. Pese a que el malagueño no llegue en las mejores condiciones, se trata de dos jugadores de top mundial, capaces de rendir a un nivel digno de top 10. Fucsovics y Berrettini protagonizarán un choque de bombardeos constantes que vislumbra un regalo enorme, el de enfrentarse a Sinner en segunda ronda. Mannarino y Monfils también se verán las caras en esta primera ronda de Wimbledon en el que, más allá del nivel que puedan dar ambos, será una absoluta oda al espectáculo y a la diversión.
El duelo entre Shapovalov y Jarry, al igual que el Mensik-Bublik, han creado también mucha expectación entre los aficionados al deporte de la raqueta. Se trata de jugadores muy acondicionados a la superficie, con carreras irregulares y emergentes que se confrontaran por un billete a la segunda ronda, partidos propios de segunda semana. En un segundo plano podríamos citar el Khachanov- Karatsev, el Moutet-De Miñaur o el Aliassime-Kokkinakis. Este último, un choque entre dos de las mayores promesas de la segunda década de siglo.
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