Diego Conde es el favorito para ponerse los guantes en el Estadio de la Cerámica. Rulli se ofrece al submarino, mientras Rubén Blanco e Iker Álvarez esperan.
El pasado 3 de junio Pepe Reina confirmaba en sus redes sociales su marcha del Villarreal tras finalizar contrato. Ante los rumores de la posible salida de Jorgensen, tras el interés de varios clubes ingleses, el submarino disipó todo tipo de dudas con el anuncio de su renovación hasta 2029. Por ello, con prácticamente la seguridad de que el meta danés seguirá este verano, la directiva tiene que decidir quién va a acompañarle en la portería del Estadio de la Cerámica. Durante estas semanas han ido apareciendo varios nombres como los posibles elegidos por la dirección deportiva amarilla.
Como adelantó el Diario As, el Villarreal tiene como objetivo primordial a Diego Conde. El meta que pertenece al Leganés fue el menos goleado de la pasada edición de la Liga Hypermotion, encajando solamente 26 goles en los 40 partidos que defendió el arco pepinero. Desde el primer momento se informó que Marcelino quería a un portero que tuviera el nivel necesario para competir con Filip Jorgensen, aunque el danés partiera como titular. Su gran actuación durante la pasada campaña demuestra que el guardameta madrileño está capacitado y, su baja clausula, tres o cuatro millones aproximadamente, permite al submarino poder incorporarle sin necesidad de llegar a un acuerdo con la entidad del sur de Madrid.
En segundo lugar, esta misma tarde Onda Cero ha informado que Gero Rulli está deseando volver a enfundarse la elástica amarilla. El que fuera portero del Villarreal durante dos temporadas y media no ha gozado de protagonismo en el Ajax, llegando a disputar solamente siete encuentros en toda la temporada. No obstante, la opción de la vuelta parece compleja ya que el ‘héroe de Gdanks’ tiene contrato con la entidad neerlandesa hasta junio de 2026 y, pese a que aceptaría el rol de portero suplente, la directiva ‘grogueta’ no parece muy convencida en pagar un traspasó por él.
Como alternativa, anteriormente se vinculó el nombre de Rubén Blanco, que no vería con malos ojos volver a España. La opción del ex del Celta es parecida a la incorporación de Pape Gueye, ya que el papel de Marcelino, quien lo entrenó en el Marsella, es determinante. El Olympique de Marsella querría una compensación económica por el jugador, pero sería totalmente asumible por el conjunto amarillo al tratarse de una cifra de aproximadamente el millón de euros. De momento la llegada del guardameta gallego se entiende como una alternativa si no se llegara a un entendimiento en las otras operaciones.
Por último, se encuentra la figura de Iker Álvarez. El portero del filial parece dispuesto a buscar la opción de salir cedido a un equipo de Segunda División. Después de la marcha de Reina su nombre se puso sobre la mesa, pero Marcelino quiere experiencia en dicha posición. Además, el técnico asturiano ya le ha comunicado al arquero andorrano su intención de incorporar a un nuevo refuerzo en dicha posición.