Portugal levantó en 2016 su única Eurocopa tras vencer a Gales en semifinales y a Francia en la final
La UEFA EURO 2016, decimoquinta edición de la competición, fue celebrada en Francia. Tras veinte años en los que dieciséis selecciones disputaban la fase final, en ese año hubo un cambio de formato. El número de participantes aumentó hasta los veinticuatro, ocho más que habitualmente. Al aumentar el número de países, se introdujeron los octavos de final, por primera vez en al historia de la Eurocopa. La regla de que el anfitrión accediese directamente no se modificó, por lo que Les Bleus accedieron directamente a la fase de grupos.
Resiliencia y esfuerzo titánico
Para llegar a estar entre los veinticuatro mejores combinados, Portugal tuvo que pasar la fase clasificatoria. En el caso luso, sus rivales en el Grupo I fueron Albania, Dinamarca, Serbia y Armenia. Los hombres de Fernando Santos venían de perder en semifinales en Polonia-Ucrania 2012 y de una dolorosa eliminación en fase de grupos en Brasil 2014. Nadie cuestionaba el nivel de la plantilla, pero prácticamente nadie pensaba que pudieran ganarla.
El inicio del viaje hacia el éxito dio comienzo en septiembre de 2014, debutando ante Albania. Siendo locales y contando con futbolistas de mayor reconocimiento, se preveía que fuese una cómoda victoria para Portugal. El fútbol, dentro de la magia que tiene, es que cualquiera puede ganarle a cualquiera, y así fue. El joven Bekim Balaj, anotó el único tanto del encuentro, dando la sorpresa e incitando al pesimismo en la hinchada portuguesa.
La derrota, sumada a las decepciones en los últimos torneos, hizo reaccionar a la Seleçao das Quinas. Desde el seleccionador, hasta el capitán, pasando por todos los integrantes de la plantilla, hicieron de tripas corazón, y se repusieron del revés albano. El resultado de ese esfuerzo fue muy positivo. Un 100% de victorias (siete triunfos en siete partidos jugados) que valieron para conseguir la clasificación matemática con varias jornadas de diferencia.
Sorprendidos por las revelaciones
La historia del clasificatorio se volvió a repetir en la fase final. Portugal fue emparejada en el Grupo F junto a Islandia, Austria y Hungría. Previsiblemente, los Ibéricos eran los principales candidatos a estar en octavos de final. De nuevo, el fútbol hizo de las suyas, y puso en el camino a las revelaciones de la EURO 2016:
Portugal debutó frente a los islandeses en Saint-Éttiene, en el estreno de Islandia en un campeonato internacional. El encuentro acabó en tablas gracias a los goles de Nani y Bjanarson. Ese punto fue considerado un éxito sin precedentes en Reikiavik y un duro revés en el Lisboa. La decepción generalizada se mantuvo en el choque ante la Austria de Marcel Koller, al no pasar del empate a ceros, pese a haber gozado de un penalti a diez minutos del final que Cristiano Ronaldo estrelló en la madera. O puntuaban en la última jornada, esperando que los austríacos no ganasen a Islandia, o se irían a casa en fase de grupos, firmando un ridículo histórico. El primer año en que los terceros de grupo pasaban de fase, y Portugal estaba jugando con fuego.
Tras un partido frenético, donde Portugal llegó a tener que levantar el resultado en tres ocasiones, empataron a treses, siendo uno de los partidos más igualados de la Eurocopa. Mención honorífica a Cristiano Ronaldo, que con un doblete fue crucial para lograr el pase. Con tres empates y una pizca de suerte, al igual que Italia en el Mundial de 1982, Portugal había logrado pasar de fase como tercera de grupo sin haber ganado en fase de grupos. En el caso de Hungría e Islandia, los centroeuropeos terminaron cayendo en octavos de final ante Bélgica, pero los nórdicos dieron la campanada, eliminando a Inglaterra y alcanzando los cuartos de final.
Expertos en prórrogas
Al ser terceros, los portugueses cruzaron con un primero, concretamente con Croacia. Los arlequinados venían de liderar un grupo conformado por España, Turquía y República Checa. En el choque de octavos de final, los croatas gozaron de las mejores ocasiones, poniendo en verdaderos apuros a los lusos, pero la falta de acierto terminó siendo la perdición de los balcánicos. Ivan Perisic, ya en la prórroga, estrelló un testarazo contra el poste en una ocasión clarísima, no solo fue un fallo clamoroso, sino que fue el origen de la jugada del gol de Portugal. A la contra, Cristiano Ronaldo tuvo un mano a mano con Subasic, quien despejó dentro del área pequeña, en dirección a Ricardo Quaresma, quien mandó el balón al ofndo de las mallas en el 117′.
No fue el último golpe de suerte. En cuartos de final se enfrentarían a la Polonia de Robert Lewandowski y Jakub Blaszczykowski. Los polacos comenzaron por delante en el marcador con un tanto en los primeros minutos de partido. Renato Sanches, con un zurdazo desde la frontal del área, sorprendió a Szczesny, devolviendo el empate al partido. Poco a poco la intensidad se fue diluyendo por el cansancio, forzando una prórroga, y ante la falta de goles en el alargue, una lotería desde los once metros. Ninguna de las dos selecciones estaba fallando sus penaltis, hasta que, el tiro de Jakub Blaszczykowski fue interceptado por Rui Patricio. Si marcaba Portugal el quinto, eran semifinalistas por segunda edición consecutiva. Ricardo Quaresma fue el encargado de tirarlo e hizo los deberes. Con cierta fortuna y un gran juego coral, Portugal estaba en la final four
Portugal-Gales y Francia-Alemania. Así se conformaron las semifinales. Los portugueses y galeses tuvieron un partido muy igualado durante la primera mitad, que acabó abriéndose tras el descanso. Cristiano Ronaldo , con un potente cabezazo, sorprendió a Hennessey, instaurando el 1-0 en Lyon. Poco después, y tras una contra iniciada por cristiano Ronaldo, ‘El Comandante’ golpeó a portería desde la derecha, con la suerte de que el tiro fue desviado por Nani, sorprendiendo al arquero británico, y zanjando el partido.
‘Maracanazo’ en el Stade de France
Hasta la fecha, todas als selecciones anfitrionas que llegarona la final la habían ganado (España en 1964, Italia en 1968 y Francia en 1984), por lo que la estadística jugaba en contra de los portugueses. El 10 de julio de 2016, en el Stade de France, tuvo lugar la final de la EURO 2016 entre Portugal y Francia.
Los galos arrollaron a los lusos en los primeros minutos del partido, con varias ocasiones que no acabaron dentro por muy poco. A los 17 minutos, el partido dio un giro dramático para Portugal al tener que sustituir a su estrella y capitán, Cristiano Ronaldo, por lesión tras una dura entrada de Dimitri Payet.
Sin su ‘guía espiritual’, Rui Patricio asumió el rol protagonista evitando a toda costa el gol de Francia. Gignac mandó un balón al poste al término del tiempo reglamentario, por lo que, si goles, Portugal disputó su tercera prórroga en el torneo. En el alargue, los lusos se crecieron, y, tras un potente derechazo desde la media luna del área, Éder, delantero del Lille OSC, sorprendió a Hugo Lloris, convirtiéndose en el héroe inesperado de la noche. Les restaban a Francia 11 minutos para forzar los penaltis, pero ante el estadio enmudecido por el gol, Les Bleus fueron incapaces de devolver el empate al luminoso. Sin tiempo para más, Clattenburg decretó el final, provocando las lágrimas de un Cristiano Ronaldo, que si bien no pudo disputar la final, fue una pieza clave desde el banquillo.
