La plantilla del Valencia ha incrementado su valor en casi 100 millones de euros, gracias al atrevimiento de Baraja con sus jugadores, mientras su renovación se alarga más de lo esperado
Después de muchas valoraciones de la temporada del Valencia, toca analizar la siguiente y estructurar un equipo competitivo con el fin de seguir creciendo y no caer en la irregularidad. Echando la vista atrás, se aprecia una gran apuesta en la cantera, que a falta de recursos, era la única opción. No solo ha bastado para lograr la permanencia, sino que ha servido para revalorizar la plantilla y retener el descenso que no cambia desde 2020.
En agosto, el Valencia tenía un plantel con valor de 142 millones de euros. Muchos jugadores procedían de 2ºRFEF y la falta de fichajes hacía imposible que aumentase la cifra. 10 meses después, el valor de la plantilla asciende a los 240 millones de euros, lo que supone un crecimiento brutal en jugadores que han emergido inesperadamente. Mamardashvili, Mosquera, Pepelu, Javi Guerra o el propio Hugo Duro.
Los jugadores que más han visto crecer su valor son los canteranos. El gran nivel de Cristhian Mosquera en defensa (de 1M€ a 30M€), el asentamiento de Pepelu en el equipo (de 3€ a 22M€), la boom que ha causado Javi Guerra (de 2M€ a 20M€) o la faceta goleadora de Hugo Duro (de 4M€ a 16M€), entre otros, han sido los responsables. (Otros jugadores son Yarek, 0.2M->15M, Fran Pérez, 0.5M->8M, Diego López, 1.5M->14M y Mamardashvili 25->35M).
¿Se lo agradecerán a Baraja?
Uno de los motivos por el que el Valencia se mantiene en primera con un buen nivel, es gracias al manejo de la situación del entrenador vallisoletano. Por ello, el club abrió negociaciones para renovarle, pero cuando mejor iban las cosas, aparecen las primeras complicaciones que están alargando las negociaciones.
Liderar un proyecto con la propiedad y condiciones de la entidad che no es tarea fácil. Baraja pidió refuerzos y que no se excedan en la venta de jugadores para que el proyecto se mantuviese, algo propio de un entrenador ambicioso con ganas de crecer. Los antecedentes en Valencia no dejan buenas sensaciones, lo que genera un problema a la hora de firmar un nuevo contrato hasta 2026. Por otra parte, está el tema económico, que no supone el mayor de los problemas. Ambas partes quieren renovar y confían hacerlo, pero las negociaciones se extienden de más y los días pasan.
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