A la espera de la final contra el Borussia Dortmund, el Real Madrid ha disputado un total de 17 finales de Champions League, de las cuales ha salido derrotado únicamente en tres de ellas. Cabe destacar que 8 de esas 17 finales se han disputado bajo el nuevo formato de la Copa de Europa y, hasta el momento, los merengues no conocen la derrota.
El Madrid de Di Stéfano y un récord inalcanzable
La década de los cincuenta es sin duda de las más gloriosas, o la más gloriosa, de toda la historia del Real Madrid. La consecución de cinco Copas de Europa de manera consecutiva es una hazaña que parece prácticamente imposible para cualquier equipo de fútbol de la actualidad. Una hegemonía europea que se vio comprendidas entre las temporadas 1955/1956 y 1959/1960, y que hoy en día sigue vigente en el recuerdo de cualquier madridista.
Stade de Remis (1956 y 1959), Fiorentina (1957), AC Milan (1958) y Eintracht Frankfurt (1960) fueron las ‘víctimas’ de aquel Real Madrid que parecía no tener límites. De todos equipos, el que más guerra consiguió dar fue el AC Milan en una final que los blancos se llevaron en la prórroga por 3-2. La otra cara de la moneda, la final más desequilibrada, fue contra el Eintracht Frankfurt con un resultado final de 7-3 a favor del Real Madrid.
Ya entrada la década del 60, los blancos lograrían disputar tres finales. Sin embargo, se toparían hasta en dos ocasiones de manera consecutiva con la derrota en una final de Copa de Europa. En la temporada 1961/1962 el Benfica de Eusebio lograría acabar con la racha de imbatibilidad blanca en las finales no solo imponiéndose con un resultado final de 5-3, si no remontando hasta en dos ocasiones. Un marcador inicial de 0-2 y una segunda parte que comenzaba 2-3.
La segunda derrota llegaría en la temporada 1963/1964 frente al Inter de Milán. Los italianos lograron imponerse por 3-1 en la final de Viena ante un Real Madrid que poco pudo hacer. En la temporada 1955/1966 el Real Madrid se reencontraría con la victoria tras remontar al Partizan de Belgrado un 0-1 en contra, con un resultado final de 2-1 con goles de Amancio y Serena.
Tercera y última derrota de los blancos en una final
Tras una sequía europea de más de quince años, el Real Madrid volvía a disputar una final en la temporada 1980/1981. En dicha edición, los blancos lograron derrotar a los siguientes equipos en fase eliminatoria antes de llegar a la final: Limerik, Budapest Honved, Spartak de Moscú e Inter de Milán. Una fase casi perfecta, en la que de 8 partidos disputados únicamente perdió uno, respectivamente en la vuelta de semifinales frente al Inter de Milán por 1-0.
De esta manera, el 27 de mayo de 1981 el Real Madrid disputaría su novena final de Champions frente al Liverpool. Sin embargo, el Parque de los Príncipes fue testigo de una nueva derrota de los blancos en una final de la máxima competición continental de clubes, la tercera de las últimas cuatro disputadas. Unos 90 minutos muy parejos, en el que ambos equipos mostraron los galones suficientes para merecer el título. Sin embargo, en el minuto 82, Alan Kennedy marcaría el único tanto del partido, decantando así la final para los reds.
De esta manera, esta es la última final en la que hasta el momento los blancos se han visto derrotados. A la espera de la final de Wembley frente al Borussia Dortmund, el Real Madrid ha logrado salir victorioso de todas la finales en las que ha participado. Ocho victorias en ocho finales disputadas desde 1998 hasta 2022, siendo las temporadas más recordadas las comprendidas entre 2013/2014 y 2017/2018, donde los madridistas lograron ganar cuatro de cinco Champions y tres de manera consecutiva.
Tres décadas de sequía europea
Tras más de treinta años de sequía europea, el Real Madrid volvió a levantar una orejona en la temporada 1997/1998. La séptima tocaba el cielo de Amsterdam tras un partido en el que los blancos vencieron a la Juventus de Zidane con un solitario gol de Mijatovic. Un gol que significaba el fin a una sequía de 32 años, y que se convertía en uno de los tantos más emblemáticos e históricos del Real Madrid.
El nuevo siglo empezaba de la mejor manera posible para los merengues. Una nueva final de Champions se preveía para un Madrid que partía como favorito ante un Valencia que fue el equipo revelación de aquella temporada. Sin embargo, los de Vicente del Bosque pasaron por encima de los ches al lograr un resultado final de 3-0.
Dos años después, el 15 de mayo de 2002, los blancos lograrían nuevamente alzar al cielo otra orejona frente al equipo revelación de la actual temporada, el Bayer Leverkusen. Dicha final es recordada en la historia tanto de los madridistas como por el mundo del fútbol por una de las mejores exhibiciones jamás vistas realizada por un portero. Iker Casillas mantuvo al Real Madrid vivo hasta el minuto 90 tras salir del banquillo en sustitución de un lesionado César.
No obstante, el gol que marcaría el resultado final es recordado como el mejor o uno de los mejores goles en una final de Champions League. Es imposible hablar de esta final sin recordar la tan mítica volea de Zidane que hizo que más de uno se llevara las manos a la cabeza. Gracias a este gol y a la exhibición de Casillas, el Real Madrid puso en el cielo su novena Champions League.
El gol de Ramos, un antes y un después
El Real Madrid volvió a vivir una sequía europea tras 12 años sin lograr conseguir aterrizar en la final. Años en los que se hizo famosa la ‘maldición de los octavos’. Una ‘maldición’ que duraría desde la temporada 2004/2005 hasta la 2009/2010, en las que los blancos no lograban avanzar más allá de los octavos de final de Champions League. Juventus, Arsenal, Bayern de Múnich y Olympique de Lyon fueron los equipos que lograron eliminar al Real Madrid en esa fase eliminatoria, pero la llegada de Mourinho lo cambió todo.
El técnico portugués no solo será recordado por conseguir plantarle cara al Barça de Guardiola, si no porque sería el responsable de acabar con la ‘maldición de octavos’. Además, logró llevar a los blancos de manera consecutiva a tres semi-finales entre las temporadas 2010/2011 y 2012/2013, pero caerían frente a Barça, Bayern de Múnich y Borussia Dortmund respectivamente. De esta manera, la ansiada ‘décima’ parecía resistírsele a los merengues.
Aunque en 2014 por fin el trabajo duro llegaría en forma de recompensa. De la mano de Carlo Ancelotti, el Real Madrid consiguió vencer al Atlético de Madrid en la final de Lisboa con un resultado final de 4-1. Sin duda, uno de los partidos más emblemáticos en la historia del Real Madrid, ya que es imposible no asociar este partido con aquel gol de Ramos en el minuto 93. Lo vivido en la prórroga, es historia. Bale, Marcelo y Cristiano serían los responsables en sentenciar una final en la que los blancos estuvieron a poco de perder.
A partir de aquí, la historia de amor entre el Real Madrid y la Champions comenzó a ser real. Tras una nueva eliminación en semifinales en la temporada 2014/2015 frente a la Juventus, los blancos realizarían una hazaña histórica.
Las tres Champions consecutivas, a la altura del Madrid de Di Stéfano
Con Zinedine Zidane al mando del equipo blanco, la Champions se convirtió en la competición fetiche del Real Madrid por tres temporadas consecutivas, las comprendidas entre la 2015/2016 y la 2017/2018. En ellas lograron llegar a la final y hacerse con la orejona frente a Atlético de Madrid, Juventus y Liverpool, respectivamente. Una generación de jugadores que lograron hacer historia en el fútbol.
No obstante, los blancos no volverían a ver una final de Champions hasta la temporada 2021/2022, con una plantilla totalmente joven y con un Karim Benzema que realizó una campaña estratosférica. Final que se disputó en el Stade de France frente a un Liverpool que fue superior en ataque, pero que gracias a un Courtois inmenso, los blancos consiguieron vencer con un solitario gol de Vinícius Jr. para lograr levantar la ‘decimocuarta’.
De esta manera, el Real Madrid tiene como objetivo seguir con esa racha de imbatibilidad en las finales frente a un Borussia Dortmund que ha demostrado galones en esta edición de Champions. Una final a la altura que seguramente no dejará indiferente a nadie.
