El submarino amarillo ha realizado un segundo tramo de temporada espectacular que le permite seguir con posibilidades de disputar competición europea la siguiente temporada
Marcelino García afirmó en la rueda de prensa de su presentación como nuevo entrenador del Villarreal que no se llamaba Salvador ni se apellidaba Milagros. Con el paso de las jornadas dicha afirmación ha perdido fuerza, ya que se puede apodar como milagro lo que ha conseguido con el submarino amarillo. El técnico asturiano cogió al equipo ‘groguet’ en la jornada 13 cuando se encontraba en la decimocuarta posición con doce puntos, en ese momento a nueve de la séptima plaza. No obstante, la adaptación de la plantilla a su llegada no fue instantánea y finalizaron la primera vuelta sin apenas mejora y a la misma distancia de los puestos europeos.
A estas alturas se plantea la duda de qué hubiera pasado si Marcelino hubiera sido el elegido por la directiva amarilla a principio de temporada. Esto se debe a la espectacular segunda vuelta que está realizando el Villarreal, ahora mismo ocupando la octava posición y todavía con posibilidades de disputar la Conference League la siguiente campaña. En los 17 encuentros que se han disputado el submarino amarillo ha sumado 32 puntos. Una puntuación que le posiciona en la cuarta posición durante este periodo, a tan solo tres puntos del Atlético de Madrid y a seis del Barcelona.
Además, tanto en los últimos cinco partidos como en los últimos diez son el segundo equipo que más ha sumado, empatado con el club culé y por detrás del Real Madrid. Con dos partidos restantes para finalizar la competición liguera, el cuadro ‘groguet’ podría doblar la puntuación obtenida durante el primer tramo de curso si consiguiera obtener un pleno de victorias frente al Real Madrid y al Osasuna.
