El conjunto canario rozó el sueño europeo durante gran parte de la temporada y ahora sufre con la permanencia. Las victorias de Cádiz y Celta dejan a Las Palmas al borde del precipicio
Tras una grandísima primera vuelta, los aficionados de la «UD» veían la permanencia prácticamente sellada y podían soñar con objetivos más grandes. La prensa constantemente preguntaba a los jugadores y técnicos sobre la posibilidad de clasificar a Europa. Estando en la jornada 27, con 18 puntos de ventaja respecto al descenso, era un situación muy tranquila para un conjunto recién ascendido. Solamente un desastre podría hacer temblar los cimientos del Estadio de Gran Canaria.
Ese imposible, se ha vuelto realidad. La UD Las Palmas tiene todavía tres partidos por disputar, en casa contra el Real Betis, fuera frente al Cádiz y cerrará la temporada en la isla recibiendo al Alavés. Vencer esta tarde al conjunto sevillano permitiría certificar definitivamente la permanencia. Pero en caso de derrota, estaría a solamente 5 puntos del descenso con 6 puntos por disputarse. La realidad es que caer frente al Betis pondría al conjunto amarillo en una situación muy complicada, teniendo un duelo directo contra el Cádiz en tierras gaditanas este mismo domingo.
Temporada sin duda de altibajos. Se comenzó la campaña bastante mal, se encauzó y trabajó muy bien, para terminar de una manera totalmente desastrosa que puede derivar en descenso. Hay que cambiar totalmente de rumbo cuanto antes, porque ahora mismo el equipo depende de sí mismo, pero puede llegar un momento en el que esto no sea así. La mala racha y el bajo ritmo competitivo al no tener un objetivo pueden devolver a la UD Las Palmas a la segunda división.
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