Hubert Hurkacz pasa a la tercera ronda de Roma tras vencer a Rafa Nadal en el que es, muy probablemente, el último partido del manacorí en la capital italiana.
Siempre todo un principio y un final, y hoy ha sido el final de Nadal en Roma, torneo el cuál ha levantado en 10 ocasiones. Se ha visto a un Rafa falto de ideas, que solo ha jugado queriendo construir el punto contra un Hurkacz que ha demostrado porque es el número 8 del mundo.
El polaco pasa a la tercera ronda del Masters de Roma y Nadal se queda con ganas de mucho más. Quizás el duro partido contra Bergs ha sido el culpable de esta derrota, aunque lo importante ya no es mirar hacia atrás con rencor, sino pensar en Roland Garros. Así se ha desarrollado el partido entre Nadal y Hurkacz.
Primer Set
Curiosamente y a pesar de haber sido un 6-1 a favor de Hurkacz, Nadal tuvo muchas opciones al inicio del choque. El español gozó de hasta cinco bolas de rotura, pero no convirtió ninguna por culpa el letal servicio del polaco. Y es que tanto para lo bueno como para lo malo, el saque ha sido la clave de la primera manga.
Nadal construyó los puntos, pero muchos de ellos se los llevaba Hurkacz, que golpeó con precisión para arrinconar a Rafa al fondo de la pista. El manacorí solo vencía cuando su saque era potente o incómodo, pero Nadal no pudo servir siempre así manera a causa de su abdominal.
Poco a poco, Hurkacz tomaba terreno, siguió cazando puntos largos hasta que el break llegó. Desde ese momento, Nadal no encontró la manera de volver al partido, cometió muchos errores y perdió el primer parcial por 6-1.
Segundo Set
El segundo y último parcial comenzó con más mal sabor de boca para Nadal, pues Hurkacz convirtió la rotura al instante. Sin embargo, parecía que Rafa volvía a encontrarse. Esta vez, Nadal era capaz de ganar más puntos construidos que su rival y pudo cerrar más de un juego de saque.
No obstante, esto fue posible en parte por el bajón momentáneo que el polaco tuvo al servicio. Los juegos de Hurkacz empezaron a jugarse más con segundo servicio, lo que benefició al ritmo de juego que Nadal tenía que encontrar.
Eso, sí, esta situación tan solo se presentó como la calma antes de la tormenta, pues el actual número 8 del mundo volvió a sacar a las mil maravillas. Impidió el desarrollo del español y finalmente cerró el partido ganando el segundo set por 6-3.
Este ha sido el último encuentro de Nadal en Roma, uno de esos torneos que más alegría la ha dado a lo largo de su longeva carrera. Ahora es tiempo de descansar, de recuperarse y de darlo absolutamente todo en París, en Roland Garros. Rafa, ahí es donde vale la pena morir matando, todo llegará.