Nadal y Djokovic serán los grandes alicientes de un torneo italiano que ha perdido a Alcaraz y a Sinner, el ídolo local, en la última semana
Último test antes de la prueba definitiva, de Roland Garros, el único torneo que de verdad añoran con sumar a sus vitrinas Nadal y Djokovic. El balear sigue recuperando poco a poco sensaciones, cada vez más suelto, pero con calma y precaución, sabedor de cuando tiene y quiere volar es la última semana de mayo, no ahora. Un plan que también ejecuta Novak, a quién no se le está viendo en sus mejores condiciones en este 2024, sin ritmo sobre tierra batida y dosificándose incluso más que en el pasado.
Roma será la prueba definitiva, ese examen de prueba antes del verdadero que, aunque no cuenta para nota, desvela cómo de preparado llegará cada uno a París. Los dos mejores de la historia, sin olvidarnos de Federer, son conscientes de que marchar de Roma con buenas sensaciones, no tanto con el título, les podría aportar la confianza definitiva. Su insaciable hambre, sumado a las lesiones de Alcaraz y Sinner, los dos más fuertes del año hasta el momento, hace que en Roma todos los ojos apunten a ellos.
¿Cómo llega Nadal?
La derrota de Rafa en los octavos de final ante Lehecka en Madrid fue más que entendible viendo el nivel mostrado por el checo. Pese a ello, Nadal se marchó de la capital con una sensación muy positiva, habiendo podido disputar cuatro encuentros de máximo nivel, sintiéndose competitivo, algo que ni él mismo se esperaba antes del comienzo del choque. El balear sigue dando pasos hacia adelante, en la tarde de ayer pudo entrenarse durante más de tres horas sin aparentes problemas, incluso ganando cómodamente a Cerundolo.
Bien es cierto que el sorteo no le ha sonreído, pues de nuevo tendrá que verse las caras con un hueso muy duro de roer en segunda ronda (en caso de que pase la primera ante un jugador de la previa). Hubert Hurckacz sería ese hipotético rival, un jugador consolidado en la élite al que Nadal nunca se ha enfrentado, pero que, siendo sobre arcilla, podrá gozar de más oportunidades. Resultaría transcendental sacar ese choque adelante teniendo en cuenta que en tercera esperaría Seybouth Wild o Etcheverry, ambos de un nivel inferior que el polaco.
A partir de octavos podría emparejarse con Rune, Medvedev (veremos si acude), Tommy Paul…pero eso ya sería otra historia. Teniendo en cuenta que cada día que Nadal pase en pista es un regalo, sus opciones de repetir la cuarta ronda de Madrid pasan por derrocar a `Hubi´. El soñado duelo con Djokovic no llegaría antes de la final, algo inverosímil sobre el papel, pero que nunca se debe descartar cuando Nadal está en la ecuación.
¿Cómo llega Djokovic?
El estado de Novak Djokovic es una absoluta incógnita. La última vez que le vimos disputar un encuentro fue en Montecarlo, donde cayó ante Casper Ruud en semifinales. El serbio dio varias muestras de debilidad aquella semana, sufriendo muchos bajones ante rivales tremendamente inferiores a él. Semanas antes ya había hecho saltar la sorpresa al ser derribado completamente por el joven Luca Nardi, quién no ha vuelto a destacar en el circuito desde entonces.
También resulta curiosa la limpieza y renovación de todo su entorno que está realizando, desde cortar los lazos con Ivanisevic hasta con su preparador físico. Pese a ello, y por muy malas sensaciones que pueda haber atisbado en el pasado, se trata del número 1 del mundo, del tenista con más grand slams de la historia, de Novak Djokovic. Además, al de Belgrado el cuadro le ha quedado que ni pintado para ir cogiendo ritmo poco a poco.
En segunda se vería las caras con Safiulin, un jugador de capa caída, mientras que más tarde le esperaría Mensik, quién ya se tuvo que bajar de Madrid por lesión. Hasta los cuartos de final no aparece una figura de renombre como Casper Ruud que, si Djokovic está bien, puede ponerle en serios apuros como ya demostró en Montecarlo. Zverev o Dimitrov esperarían en las semifinales, no habiendo dejado ambos muy buenas sensaciones en tierra.
Las alternativas
¿Quiénes podrían llevarse el título más allá de los dos grandes? Lo cierto es que, aunque ambos sean los que más presión mediática vayan a tener, no son los máximos favoritos debido a su inactividad. Ruud o Tsitsipás, quiénes comenzaron muy bien en Montecarlo y Barcelona la gira sobre tierra, podrían estar en la terna del título, pues las condiciones de Madrid son muy diferentes a las de Roma.
Otros nombres como el de Zverev, Dimitrov o el propio Medvedev, si comparece, saldrían en las quinielas, sin olvidarnos de Rublev o Auger-Alliasime. El canadiense llegó a la final en la Caja Mágica viéndose beneficiado por las bajas de Sinner y Medvedev, pero el ruso se lo ganó él solito dejando partidos extraordinarios como los cuartos de final contra Alcaraz. Eso sí, en Roma sus golpes planos no harán tanto daño como en la capital española.
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