El Masters de Madrid se pone en marcha este mismo miércoles con un cuadro principal de máximo nivel, espoleado por la presencia de Nadal, del que solo se ha bajado el serbio
Tener un Masters 1000 es algo muy difícil, pues solo hay nueve a lo largo del año y cuatro de ellos se concentran en Norteamérica. Madrid goza de ese privilegio, siendo el único en tierra batida junto a Roma. Para esta edición de 2024 se esperan partidos de alto voltaje y un incógnito desenlace, pues son muchos jugadores los que opositan al título. Unas semanas de tenis en la capital española que tienen como mayor aliciente la vuelta de Rafa Nadal a la Manolo Santana en la que, posiblemente, sea su última participación allí.
Tan solo dos jugadores del top 50 no estarán presentes en Madrid, siendo Novak Djokovic, actual número 1 del mundo, uno de ellos. El serbio ha optado por descansar una semana más para preparar en buenas condiciones Roma, justo antes de Roland Garros, la fecha marcada en rojo. La edad hace que tenga que medir mucho sus fuerzas y estar más que preparado física y psicológicamente para un verano donde tratará de hacer historia en París, Londres y de nuevo París con la celebración de los Juegos Olímpicos.
Tsitsipás y Ruud, los que llegan en mejor forma
Es curioso lo impredecible que es el tenis y los giros de guion que nos depara en apenas semanas. Hace veinte días hubiera sido muy complicado encontrar a alguien que apostase por Ruud o Tsitsipás para Madrid, pero lo cierto es que ahora son los dos que llegan en mejor dinámica. Han repetido final en Montecarlo y Barcelona, repartiéndose un título para cada uno con el heleno llevándose el premio más grande. La arcilla les ha dado alas y una nueva oportunidad de seguir creciendo en el circuito.
Al heleno le ha sonreído la fortuna en el sorteo, pues su primera ronda es la que se antoja más dura en toda su primera semana. Stefanos se verá las caras con el vencedor de Lajovic y un jugador de la previa, pudiendo encontrarse con Nadal o De Miñaur en octavos de final. Antes debería superar a un Lehecka que bastante conseguiría venciendo dos partidos de forma consecutiva ateniéndonos a la mala racha que protagoniza. A partir de cuartos sí que añadiría picante a sus enfrentamientos con Medvedev como posible rival en esa hipotética antepenúltima ronda. Sinner y Alcaraz esperarían más adelante.
Ruud, por su parte, tiende a sufrir más en Madrid que en otros torneos de tierra debido a la altitud y a unas condiciones menos pesadas que de normal. Al noruego le ha tocado uno de los `cocos´ en los cuartos, pues Sinner se postularía como el principal candidato. Para ello tendrá que deshacerse de jugadores más que resolutivos como Kemnaovic, Norrie, Dimitrov o incluso el jovencísimo Fonseca.
Alcaraz y Sinner, las grandes incógnitas
El mejor jugador de lo que va de temporada y el que defiende título en Madrid llegan con ciertas dudas en su cabeza. El transalpino cayó en `semis´ de Montecarlo y se tomó una semana de descanso antes de volar a Madrid. Aunque es cierto que su estilo de juego no es tan definitivo en tierra batida como sí lo es en dura, las condiciones de la capital española son muy beneficiosas para un Jannik que llega con ganas de revancha. Alcaraz, por su parte, será duda hasta última hora, fortaleciendo su maltrecho antebrazo y sin forzar lo más mínimo.
Sinner, que acude como principal cabeza de serie, se verá las caras en segunda ronda frente al ganador de Sonego y alguien de la qualy. Una ronda a priori sencilla, al igual que la siguientes dos, pues Khachanov se postula como su principal rival en la primera semana. Conforme vayan pasando los días sí que incrementará el nivel de los contrincantes con una hipotética revancha con Ruud en cuartos o un asfixiante partido con Medvedev en semifinales. El ruso, pese a sufrir lo indecible sobre la superficie, es el principal candidato junto a Tsitsipás del segundo cuadrante.
Carlitos tampoco ha tenido excesiva suerte de cara a una primera semana en la que le convendría perder poco tiempo viendo su estado físico. Shevchenko o Rinderknech será su rival en una segunda ronda de altos voltajes y el impredecible Musetti le esperaría en la siguiente. Ya en octavos podría repetir la final del año pasado con Struff para luego citarse con Rune o Rublev en unos cómodos cuartos de final. Soñar con Zverev en semifinales o con Sinner en la final parece una quimera, pero nunca se debe dudar del murciano en uno de sus torneos fetiche.
Rafa Nadal, un regalo verle competir
Hablar de Nadal en Madrid debe ser algo distinto, algo alejado de lo competitivo o de hacer hipótesis sobre su devenir en el torneo. Todo el tiempo que pueda pasar el balear en pista es un regalo para los aficionados al tenis y para los que se desplacen a la Caja Mágica durante los próximos días. No solo es beneficioso para el espectáculo, sino que lo es también para él en su camino hacia Roland Garros, lugar donde sí espera ser competitivo.
El devenir del sorteo le ha deparado una primera ronda de choque generacional. Darwin Blanch, del que hablábamos en este medio hace varios meses, será su rival. Un chico de 16 años, es decir, 21 años más joven que Rafa. El estadounidense tiene un perfil a Ben Shelton en pequeño, formado en la academia de Ferrero y con un gran futuro por delante. De vencerlo el jueves, a partir de las 16:00, se repetiría el duelo con De Miñaur de hace apenas una semana.
El australiano serviría de test para observar la mejora de Nadal día a día, aunque Madrid sea su torneo menos favorito dentro de la gira de tierra. Soñar con más ya es aventurarse demasiado, pues sería un regalo de Rafa a su gente y a su público. Tiafoe sería el siguiente paso en un camino que, al menos a priori, tendría como tope máximo los octavos con Tsitsipás. El heleno, al menos por el momento, está a años luz del nivel de un Nadal todavía en proceso de carburación.