La victoria del Obradoiro en Miribilla les permite salir del descenso de forma momentánea y coger aire antes de la recta final
El Obradoiro se está convirtiendo en este final de temporada en un ejemplo a seguir en cuanto a sacrificio y pundonor. Encabezados por Moncho Fernández, quién ayer se volvió a sacar de la chistera una defensa de araña para bloquear por completo al Bilbao Basket, reman contracorriente como si de viento a favor se tratase. Atenazados en los últimos cuartos, fallando tiros libres cruciales, viéndose seriamente perjudicados por acciones arbitrales…los obstáculos de este equipo parecían infinitos. Tuvo que ser a orillas del Cantábrico, donde ganar se antojaba una quimera, el lugar en el que la suerte les sonrió de una vez por todas.
Más allá del derbi gallego no habían logrado terminar por encima en el marcador en todo 2024. Y, como se suele decir, cortaron la mala racha sin brillantez o juego bonito. Jordan Howard, estelar frente al Manresa una semana antes, estuvo muy errático y desaparecido al igual que Rigo Mendoza y la mayoría de los exteriores exceptuando a Devon Dotson. El base norteamericano se siente cada día más cómodo en Obradoiro, cogiendo galones y tirando del carro a base de buenas penetraciones y asistencias.
Sin embargo, el mayor baluarte de este equipo en horas bajas es Marek Blazevic. El lituano se ha adaptado a la maravilla a la posición de `4´ y es un absoluto puñal junto a Pustovyi. El domingo en Miribilla sumó 14 puntos, 13 rebotes y 1 asistencia. Unos números que se quedan pequeños si miramos su actitud y relevancia defensiva, secando por completo a cualquiera en la pintura, independientemente de los centímetros o la agilidad.
La clasificación da un respiro
Las últimas semanas están siendo de nervios y tensión en los últimos minutos para todo aficionado al Obradoiro, y no solo en los encuentros referentes a su equipo. Los apretados finales del Breogán, que cayó en la prórroga con el Gran Canaria, le estarán costando más de un susto a alguno que otro. Los de Moncho Fernández cuentan con una ventaja sideral y crucial de cara a la resolución de la temporada frente a sus archienemigos lucenses, el basketaverage a favor.
Esa pequeña ventaja que en ocasiones puede parecer irrisorio o insignificante puede otorgarles la salvación si firman el mismo balance dentro de cuatro semanas. Una situación que, precisamente, se da en estos momentos, pero que podría romperse la siguiente jornada. El Obradoiro visita al Real Madrid en lo que es más un sueño o motivación que algo palpable para los santiagueses. El partido clave se disputará en Granada, ciudad andaluza hasta donde se tiene que trasladar el Breogán. Los granadinos prácticamente sentenciarían su clasificación de lograr la victoria, mientras que, de salir los lucenses victoriosos, el Obradoiro caería de nuevo a posiciones de descenso.
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