Lando Norris consigue la pole para la carrera al sprint de mañana tras ser el más rápido bajo el diluvio del GP de China. Alonso ilusionó por un momento con una pole que rozó con las manos y saldrá desde el 3º puesto. Hamilton completa el podio con una gran vuelta tras tener problemas en toda la sesión. Carlos Sainz vuelve a superar a Leclerc y saldrá quinto.
SQ1: Sin muchas sorpresas, pero con algún susto
La F1 es algo incierto, desde alcantarillas hasta hierba quemándose aparecen por los Grandes Premios para generar la incertidumbre que tanto gusta en el Gran Circo. Sin embargo, en esta qualy la lluvia iba a hacer acto de presencia, aunque había que esperar al final de la sesión para hacerlo. El viento traía las primeras gotas, aunque estas no terminaban de molestar en demasía a los pilotos. Todos los pilotos sumaban tiempos sin muchas sorpresas, llegando a un final donde Russell, 17º en el último minuto de sesión, tenía que sumar una vuelta normal para colocarse 12º. Un tiempo que le valía pero que hacía ver que Mercedes sigue sin levantar cabeza para este GP de China.
Por abajo, los de siempre, Alpine, Williams y Kick Sauber luchaban por algún puesto en la SQ2. Sin embargo, Tsunoda, en su primer traspiés de la temporada, no lograba una vuelta competitiva y caía junto a Albon, Sargeant, Gasly y Ocon. Cinco pilotos donde no estaba ningún piloto de Kick Sauber. Bottas y el anfitrión, Guanyu Zhou, se colaban en la SQ2 ante el delirio de los aficionados por ver a su piloto en la siguiente sesión.
SQ2: La lluvia siempre sorprende
Si la F1 crees que no puede seguir sorprendiéndote, la F1 siempre acaba haciéndolo. De nuevo, al igual que había pasado en los Libres 1, un trozo de hierba del circuito comenzó a quemarse y retrasó el inicio de la SQ2. Un retraso que para nada daba igual a los equipos, pues la amenaza de lluvia ahora sí que era importante y los pilotos se agolpaban en la salida del pit-lane para hacer cuanto antes su tiempo. Sin embargo, la lluvia se iba a retrasar algún minuto más de los esperado y todos los coches, incluso los Red-Bull, que habían tardado en salir, pudieron seguir dominando la sesión con sus dos coches al frente.
Aunque, las sorpresas siempre acaban llegando por detrás, y para Russell, tanto acaba yendo el cántaro a la fuente, que acaba por romperse. El inglés no logró meter un tiempo competitivo en la primera vuelta y las primeras gotas le hacían caer y no estar en la última sesión. Junto a él, Stroll, de nuevo, se iba al fondo y volvía a dejar a Aston Martin en evidencia. Ricciardo, Hulkenberg y Magnussen completaban el resto de los coches caídos. Una clasificación que volvía a dejar dos grandes sorpresas. Los dos Kick Sauber, Bottas y Zhou se metían en la SQ3 por primera vez en la temporada y correrían bajo el diluvio chino para intentar dar una doble alegría a la afición local.
SQ3: La lluvia es lo mejor de la F1
La SQ3 iba a ser completamente distinta a lo que habíamos visto. De dos sesiones completamente en seco, habíamos pasado a una situación que casi dejaba paso a los de lluvia extrema. Una oportunidad para todos aquellos magos del agua que se adaptan al 100% para poder brillar y salir desde la pole de mañana. Las primeras vueltas comenzaban siendo un completo desastre para todos los pilotos. En la grava, sobre el asfalto de las escapatorias o, incluso, en el muro, como en el caso de Leclerc. El monegasco perdía el coche en la vuelta de calentamiento y cataba muro, con la suerte de no dañar nada y poder seguir al 100% en la SQ3. Los primeros tiempos eran muy malos y solo Pérez se acercaba a bajar de los dos minutos en la sesión.
Sin embargo, la pista se iba a volver a llenar de magia sobre la lluvia. Como si de un samurái se tratara, Fernando volvía a volar sobre la lluvia e ilusionaba a todo un país que veía cómo se colocaba primero para la pole de mañana. Pero, poco iba a durar la alegría. Un nuevo veterano, de los que ya están curtidos en mil batallas como esta, Lewis Hamilton, era el primer piloto en bajar de los dos minutos y se subía al primer escalón de la Sprint Qualifying. Todo parecía ya encaminado a ver en las dos primeras plazas de salida a los dos pilotos más históricos de la parrilla. Pero, Lando Norris ejecutaba una vuelta bárbara para bajar hasta 1 segundo y medio la vuelta del inglés y se colocaba primero sin ninguna oposición.
2007 estuvo a punto de volver
Aunque, el chasco llegaba pronto para el joven de los ingleses. Su vuelta era eliminada por límites de pista y Hamilton y Fernando volvían a liderar la sesión. 2007 estaba de vuelta. Pero, la FIA siempre está para sorprenderte cuando menos te lo esperas. Al filo del final de la sesión, con Alonso volviendo a ser segundo y Verstappen completando ese podio para la historia, la FIA le devolvía el tiempo a Norris y le colocaba como líder inexpugnable de la sesión. Una decisión un poco controvertida, pues el de McLaren había sobrepasado los límites de pista en la última curva del circuito. Con el lío y el diluvio mojando la pista china, Norris conseguía su segunda pole para una carrera al sprint de toda su trayectoria. Una posición que le daría una buena oportunidad de subir mañana al primer escalón de una carrera por primera vez en su trayectoria.