El exjugador de fútbol americano, y también actor, fue acusado en 1995 por el doble asesinato de su exmujer y un amigo de ella
Orenthal James Simpson, conocido como O. J. Simpson y apodado «The Juice», falleció ayer 10 de abril de 2024 a causa del cáncer de próstata que sufría, según ha informado su propia familia hoy en redes sociales, pidiendo que se respeten sus deseos de privacidad y gracia. El exjugador de los Buffalo Bills y los San Francisco 49ers fue la elección número 1 del NFL Draft de 1969. Disputó un total de 11 temporadas como corredor, nueve de ellas como estrella en la franquicia del estado de Nueva York y dos sin pena ni gloria en California. Fue seleccionado 6 veces para el Pro Bowl, lo nombraron All-Pro hasta en 5 ocasiones e ingresó en el Salón de la Fama de la NFL en 1985.
Luces y sombras
Si bien se trata de uno de los mejores running backs de la historia de la NFL, no todo fue de color de rosa. 15 años después de terminar su carrera, en 1994, fue acusado de los brutales asesinatos de su exmujer y del amante de la misma. El juicio fue televisado y se dio a conocer en todo el país. O. J. Simpson terminó siendo absuelto por un jurado de Los Ángeles al año siguiente y evitó la cárcel, aunque los problemas no terminaron ahí.
En septiembre de 2007, Simpson fue arrestado en Las Vegas a causa de numerosos delitos como robo a mano armada y secuestro, entre otros. Un total de 12 cargos fueron suficientes para condenar al exjugador en octubre de 2008. Pasó los siguientes nueve años en prisión, hasta que le concedieron la libertad condicional el 20 de junio de 2017 por haber cumplido el mínimo de su sentencia.
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