Andy Murray, quién había fijado su retirada para los Juegos de París, es duda para la cita olímpica por una lesión de «extensa duración»
Ayer un pedacito del corazón de todos los amantes al tenis se rompió con la derrota del escocés ante Machac en Miami. Murray mereció la victoria en todo momento, llegando a remontar un 5-2 en contra en el tercer set y dejándose la piel en un agónico tie-break. Pese a ello, el checo aguantó bien y cuajó un enorme encuentro para acceder a los octavos de final del torneo estadounidense. Hubiese sido la primera vez en mucho tiempo que, el que fuese número 1 del mundo, ganaba tres partidos consecutivos.
La derrota hizo mucha mella en un herido y agotado Andy Murray al que los últimos meses se le están haciendo muy largos, como confesó a medios británicos. Sin embargo, la peor de las noticias ha llegado 24 horas más tarde, cuando el propio jugador ha confirmado una lesión que le apartara de las pistas durante varios meses. El escocés sufre una rotura del ligamento talofibular anterior del tobillo y una rotura casi total del calcaneofibular.
Murray promete regresar para despedirse
Quizás lo más lógico sería abandonar y dar por cerrada una carrera inmaculada que solo pudo frenar su maltrecha cadera. Son muchos años de lucha los que lleva Andy, bajándose al barro después de haber alcanzado la gloria para tratar de regresar a lo que le pertenece, el epicentro mundial. Un objetivo del que se ha quedado muy lejos, pero que ha intentado por todos los medios, permitiendo volver a vibrar a sus fans en el camino.
La gravedad de su lesión se desconoce por el momento, pues Murray visitará a un especialista durante los próximos días para decidir cuáles serán los próximos pasos. Wimbledon y los Juegos de París, sus dos sueños antes de la retirada se antojan complicados, aunque no imposibles. El propio jugador no especifica cuánto es el tiempo esperado que pasará alejado de las pistas, pero avisa que será “un periodo extenso”. Sea como sea, promete volver “con un cadera de metal y sin ligamentos” para poder despedirse como se merece y haciendo lo que más le gusta, jugar al tenis.