La dichosa suerte azarosa


El fútbol, tal y como en múltiples ocasiones sucede en la propia vida, acostumbra a decidirse por detalles. Acciones que en ocasiones pasan desapercibidas, en otras no tanto, pero que en definitiva detonan que el destino opte por un camino u otro . A este tipo de acciones, aquellas que no dependen del trabajo, Estévez las denominó en sala de prensa tras caer frente al Racing de Santander como «suerte azarosa». Una «suerte azarosa» que, sin lugar a dudas, no estuvo con el Deportivo en la noche de ayer en El Sardinero.

Y es que la definición perfecta del partido de ayer se encuentra en dos acciones que trascurren desde el minuto 23 hasta el 26′. Tras un gran arranque azulgrana, con la personalidad, intensidad y sobre todo fútbol que este equipo nos tiene acostumbrados, Chapela erraba un mano a mano frente a Jokin Ezkieta (quien firmó un gran partido) que impedía al Deportivo adelantarse en el electrónico en el ecuador de la primera parte. Sin embargo, el Racing no perdonaría tres minutos más tarde a través de Peque en un gol que, pese a ser anulado en primera instancia por fuera de juego, el VAR rectificaría la decisión y terminaría concediendo el primer tanto del envite para el conjunto montañés.

Cuestión de detalles, de la anteriormente citada «suerte azarosa» y de los 18.603 racinguistas que empujaron y guiaron a los suyos hacia el camino del play-off de principio a fin. Sin embargo, no quedó tan lejos el Eldense de puntuar en uno de los estadios más complicados de la categoría. Y es que tras el gol de Juanto, en la última acción del encuentro, el Eldense igualó la contienda a través de Soberón. Pese a ello, Milla Alvéndiz anularía el gol una vez el balón ya se encontraba en el fondo de la portería racinguista por falta de Piña sobre Ezkieta. Una falta que, según el criterio del VAR, no mereció más de 25 segundos de revisión pese a ser una acción más que fronteriza que suponía el final del partido.

Dejando la polémica de lado, el Deportivo pese a no puntuar cumplió con creces con aquello que se le venía reclamando en las últimas jornadas lejos del Nuevo Pepico Amat. Tras perder la identidad frente a Tenerife y Mirandés, ayer el CD Eldense volvió a ser el equipo rocoso, competitivo, trabajador y solidario al que nos tiene acostumbrado. Se perdió por un único gol, al igual que en el Heliodoro frente al Tenerife. Sin embargo, la versión de los de Fernando Estévez fue completamente distinta en cada uno de los partidos. En las islas, el Deportivo perdió siendo un equipo irreconocible, plano y previsible. En Santander, los de Elda no sumaron debido única y exclusivamente a la dichosa «suerte azarosa».

¡COMPÁRTELO EN TUS REDES!

Related Post