El joven belga solo ha disputado sesenta y cinco minutos desde su llegada al conjunto rojiblanco y ya se empieza a hablar de Caso Vermeeren
Pocos habían oído hablar de él. Se esperaba otro decepcionante mercado de invierno en las oficinas rojiblancas. Pero de repente, una fría tarde de invierno, el periodista italiano especializado en fichajes, Fabrizio Romano daba la exclusiva: Vermeeren to Atletico, ¡HERE WE GO! La noticia pillaba por sorpresa a todos los aficionados. Un centrocampista defensivo de dieciocho años proveniente del Amberes, por el que nada más y nada menos, el Atlético de Madrid iba a pagar la friolera cifra de veintisiete millones de euros. Los más panenkitas hablaban de toda una perla belga. Un chico con buena salida de balón, que cortaba balones, y sobre todo, que pasaba (cosa que desde que se fue Rodri, el Atlético no ha podido encontrar).
Su fichaje se fraguó en horas. Viajó para ver el partido de los cuartos de copa contra el Sevilla desde el palco. En el siguiente partido fue convocado pero no disputó ningún minuto. Su debut se produjo contra el Rayo Vallecano en casa, en un partido de esos que cuestan jugar. Un día entre semana, a las 21:30 de la noche y con un ambiente frío en las gradas. Simeone le otorgaba la confianza de la titularidad. No como pivote, posición que venía desempeñando hasta el momento, sino como interior. Pablo Barrios ocupó la demarcación del cinco. Su partido duró cuarenta y cinco minutos. Al descanso fue fuera. Apenas pudimos ver alguna pincelada. El belga se mostraba nervioso e impreciso, pero dejó detalles y buenas maneras para ir jugando minutos y dar descanso a Koke.
La «mili» del Cholo
Tras el partido frente al Rayo, le sucedieron tres partidos en los que no disputó ningún minuto. Se hablaba de la «mili» del Cholo. Tuvo otros veinte minutos en el partido frente a la Unión Deportiva Las Palmas pero el partido estaba acabado. Con 5-0 en el marcador poco podía demostrar. Una de cal y otra de arena, debe pensar el bueno de Vermeeren. Y es que después de ese partido no ha vuelto a pisar el verde. Ni en Milán, ni en Bilbao, ni en Almería ni frente al Betis.
El caso es inexplicable. Titular nada más llegar y adiós muy buenas. No ver al fichaje más ilusionante del equipo de las dos últimas temporadas es desesperante para muchos aficionados. ¿Qué méritos ha hecho Saúl para jugar más que Vermeeren? ¿Por que no se le da descanso a Koke? Son preguntas que rondan por la cabeza de los seguidores colchoneros. Hay fe en que con el paso de los meses, Simeone vaya dándole oportunidades y minutos a un jugador que tiene que ser la base del equipo junto con los Lino, Barrios, Riquelme, Samu…