El RCD Espanyol se corona como segundo finalista de la Copa del Rey ante un Oviedo en bolandas. Los «hombres de Paco» no pudieron con un Espanyol imperioso.
El partido entre Real Oviedo y Espanyol, bañado en la polémica por los 2 primeros tantos del conjunto perico, se saldó con la victoria de los catalanes. El Espanyol irá a su octava final histórica, quitándole el sueño de la épica al Real Oviedo.
1ª mitad
El partido vivido en el Carlos Tartiere con el RCD Espanyol como local y un ambientazo en la grada no defraudo. Desde el primer momento ambos equipos salieron a ganar el encuentro. El Real Oviedo buscando el juego frontal y el Espanyol utilizando el juego entre bandas. Ambos con un carácter muy ofensivo pero insaciable.
El partido se desajusto con polémica en el minuto 20 de partido. El RCD Espanyol llegó a la línea de fondo, y centró un muy balón. Con polémica remató Izán Sarmiento, dejándole el balón a Lluc Castell. El remate de Lluc se coló en la portería de Mateo poniendo el 1-0.
Y aunque parezca broma, cuando corría el minuto 36, y tras varios minutos de dominio carbayón, anotó el Espanyol. Un centro tras una falta se envenenó e hizo que Mateo no lo pudiera agarrar. De esa manera, y aparentemente con la mano, Sergio Riveras empujó ligeramente el balón que entró llorando a la portería. Se puso así el 2-0 antes del descanso.
2ª mitad
La segunda parte comenzó con una cara completamente nueva. El Espanyol cerrado atrás y jugando por las bandas. Mientras tanto, el Oviedo, con la afición encima atacaba de manera persistente como un martillo pilón. El único problema era la finalización, pues el equipo perico bien cerrado atrás, y con un Carlos Sánchez imperioso evitaba de continuo el remate.
Según pasaban los minutos, el final del partido se acercaba y la tensión se notaba en el ambiente. La grada se calentaba y a pesar de las continuas oportunidades del Oviedo el gol se resistía. Hasta el minuto 90.
Con el partido ya en sus minutos finales, y agonizando, el Oviedo forzó un córner. Tras un muy buen centro de Pelayo García, Marcos Lopes apareció como un obús y cabeceó. Ponía así Marcos el 2-1 y la grada estallaba.
A pesar de que la grada gritaba “Sí se puede”, las prisas fueron mala compañía. El Espanyol, cogió a la defensa carbayona desprevenida en un robo de balón y tras una carrera muy letal de Oriol Pallas, el Espanyol sentenció en el 92 con el definitivo 3-1.
