Ni el cambio de entrenador, ni la llegada de fichajes durante de la temporada han cambiado el rumbo del Granada esta campaña
Cuando el Granada destituyó a Paco López el 26 de noviembre el equipo se encontraba penúltimo a tres puntos de salir de la zona de descenso. La dura derrota en Vitoria frente al Deportivo Alavés, el llevar solo una victoria y haber encajado 33 goles en 14 partidos, fueron los detonantes para que la dirección deportiva del Granada (que había cambiado también un mes antes, con la destitución de Nico Rodríguez y la llegada de Matteo Tognozzi) tomara la decisión de dar un nuevo rumbo al equipo con la contratación el día siguiente de Alexander Medina.
Con el paso de las fechas el Granada parecía mejorar el aspecto defensivo. Sin embargo, el aspecto ofensivo le hizo pasar un nuevo bache durante el mes de diciembre. La llegada de enero y el «nuevo equipo» que se construyó con hasta diez caras nuevas parecía resurgir con tres buenas actuaciones ante Cádiz (segunda victoria de la temporada), Real Betis y Atlético de Madrid. Los nazaríes parecían retomar sus opciones a salvar la categoría.
Nada más lejos de la realidad, el Granada ha hecho los mismos puntos con el ´Cacique` Medina que con el técnico de Silla. Con Paco López el equipo consiguió una victoria, cuatro empates y nueve derrotas. Con el uruguayo en dos partidos menos, una victoria, cuatro empates y siete derrotas. Cifras ligeramente mejoradas, ya que ha sumado un punto más en sus doce primeros partidos y que aspira a superar por poco cuando le iguale a partidos. Esto si el Granada consigue sumar frente a la Real Sociedad y el Mallorca en sus dos próximos partidos.
Doce jornadas después de la destitución de Paco López, el Granada está a diez puntos de la salvación, es un serio candidato a bajar a la Liga Hypermotion, solo suma dos victorias en 26 jornadas y ya suma 54 goles en contra. Solo un gol menos de lo que ha encajado el equipo más goleado del campeonato, la UD Almería. Muchas voces críticas abogan por la destitución del técnico de Salto. Aunque lo cierto es que el Granada ha contado con la voz del ´Cacique` en todas las decisiones de la confección de plantilla, por lo que lo más sensato es pensar que finalizará la temporada. Un cambio en el banquillo que no ha mejorado al equipo.
Una revolución tenue
De las diez caras nuevas en el mercado de invierno solo Augusto Batalla, Bruno Méndez y Facundo Pellistri parecen ser potenciales titulares del Granada. Con el sobresaliente rendimiento del cancerbero argentino y el buen desempeño de los uruguayos el equipo ha ganado liderazgo y calidad. Pero insuficiente teniendo en cuenta lo visto en los últimos partidos. Hongla se sitúa en el segundo escalón de relevancia. Ha conseguido sentar a Gumbau e instaurarse como un jugador físico, de buen visión de juego y muy válido para este equipo.
Y luego están los seis fichajes restantes: Marc Martínez, ni siquiera a debutado, como era de esperar por otra parte. El ex portero del Cartagena es el único jugador del Granada que no ha contado de minutos esta campaña y, salvo indisposición de Batalla, su fichaje podría ser en vano. Maouassa no ha conseguido sentar a Carlos Neva, debido a su irregular rendimiento.Piatkowski empezó muy bien, se lesionó y, a partir de su expulsión contra la UD Las Palmas, no ha terminado de encontrarse cómodo.
Józwiak apenas ha contado de minutos, caso parecido al de Theo Corbeanu, que ha contado un poquito más y se estrenó como goleador en el último partido de liga. Matías Arezo recuerda cada vez más al de la temporada 2021-2022. Un buen delantero revulsivo, pero que no ha convencido para disputarle el puesto a Lucas Boyé. El ex de Peñarol es el tercer nueve de la plantilla.
Diez refuerzos, de los cuales ni la mitad son titulares regularmente. A esto hay que sumar la base del equipo, que ha seguido los mismos derroteros con Alexander Medina en el banquillo. Quedan once jornadas. Doce partidos para el Granada, que tendrá un match-ball extra ante el Valencia, con el objetivo de intentar lograr que la temporada acabe con un final feliz después de tantos cambios, hasta el momento, sin el efecto deseado.