La realidad es que el Levante, con un partido menos, se encuentra decimotercero en liga, pero en caso de ganar su partido aplazado se quedará a tres puntos del playoff y a siete del ascenso directo
La mecha está encendida y la tensión, por las nubes
El Levante sumó el pasado sábado su sexto partido consecutivo sin ganar, lo que le ha llevado a caer muchos puestos en la clasificación liguera. En estos momentos es decimotercero, eso sí, con un partido menos. Sin embargo, las sensaciones mostradas sobre el verde en los últimos encuentros son más que alarmantes.
Además, el hecho de que Felipe Miñambres, director deportivo del club granota, asumió el cargo de entrenador hasta final de temporada, ha incrementado las dudas entorno al futuro de la entidad. Con tres meses de competición por delante, la incertidumbre y el pesimismo se han posado sobre el Ciutat de Valencia.
Una decisión cuanto menos cuestionada
Tras el empate 0-0 entre el Racing de Ferrol y el Levante, la directiva del club granota tomaba la decisión de destituir a Javi Calleja por los malos resultados cosechados. Debido a la situación económica, Felipe Miñambres tomó el banquillo blaugrana luego de no poder permitirse traer a otro entrenador.
Es pronto para sacar conclusiones, pero a priori, es insostenible que un equipo en Segunda División luche por ascender con su director deportivo de entrenador.
La situación financiera no da para más
El Levante no tiene margen. Es una realidad, y ha quedado plasmado en los últimos tiempos. En primer lugar, se vio claramente en el pasado mercado de fichajes invernal, luego de que no se pudiera inscribir a Campaña (LaLiga tampoco ayudó), y solo se trajera a Maraš cedido ante la baja del mejor central del equipo, Rúben Vezo.
Y en segundo lugar, a la hora de no poder fichar a ningún entrenador, con la posterior consecuencia de, posiblemente, quedarte otro año en Segunda.
La unión debe hacer la fuerza
Si por algo se ha caracterizado el Levante en las pasadas temporadas, es por una fricción entre la afición y el equipo. Un desapego que se refleja en la grada, cada vez más pasiva y distante ante lo que sucede en el club.
En cuanto a la plantilla, por ellos pasa mucha responsabilidad a la hora de remar en la misma dirección junto a los granotas. También cabe mencionar a otras personas dentro del club, como el apartado digital. Y es que se han producido diferencias con los seguidores en redes sociales, en parte porque los ‘CM’ han eliminado de las redes del Levante a varios hinchas críticos con la situación actual.
En definitiva, esta afición necesita de alegrías. Como el comer. Pero también requiere un sentimiento de pertenencia con su club, que al fin y al cabo es lo que le llevó a aficionarse del Levante.
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